
Contar con trabajadores comprometidos, que no quieran irse y que formen un equipo fuerte, con un gran ambiente laboral, es uno de los sueños de todo líder. Sin embargo, no es una tarea fácil y figura entre los principales desafíos de cabeza de quienes ejercen liderazgo y toman decisiones en las empresas.
Entonces, ¿cómo crear y mantener un equipo comprometido? “Una cosa es tener ese objetivo y, otra distinta, saber cómo hacerlo”, dijo el director asociado de la empresa de reclutamiento especializado Robert Half Chile, Caio Arnaes.
A juicio del ejecutivo, el compromiso, también llamado engagement, requiere acciones concretas, bien elaboradas y ejecutadas para que los resultados sean los esperados. Para que los trabajadores “se pongan la camiseta”, como se dice popularmente, es importante considerar diversos aspectos muy familiares, pero que deben ser gestionados seriamente para alcanzar el éxito.
Pilares para el éxito
Existen diversas formas de estimular el compromiso individual y colectivo de los trabajadores. Sin embargo, hay algunos pilares fundamentales, sobre los cuales construir una base sólida que estimule tanto el desarrollo como la mantención de ese engagement:
- Promover objetivos claros – la misión y visión de la empresa no deben ser meros slogans en las paredes de las oficinas y el factor clave que todos tengan claro cuáles son y entiendan que su labor es fundamental para la concreción de ambos.
- Fomentar la comunicación – a partir de una visión ser abierta y bidireccional, priorizando una escucha activa, que estimule a los trabajadores a expresar ideas y preocupaciones, así como un feedback constante, que permite e ir y venir de mensajes.
- Valoración del trabajo – posicionando al reconocimiento como un factor esencial de la relación entre los líderes y sus trabajadores, ya sea agradeciendo cada logro alcanzado e implementando una política conocida por todos con relación a cómo recompensar los esfuerzos individuales y del equipo.
- Ofrecer oportunidades de crecimiento – establecer alternativas que respondan a las aspiraciones de desarrollo de carrera, que incluyan capacitaciones, mentorías, planes de ascenso que estimulen un crecimiento profesional real.
- Promover el bienestar, la autonomía y la confianza – trabajando planificadamente para generar una cultura que estimula el equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores, la toma de decisiones basadas en las capacidades individuales y de los equipos.
“El compromiso de los trabajadores es algo fundamental para las empresas en muchos aspectos y lograrlo es un desafío permanente”, recordó Arnaes.




















