Un reciente informe de la Contraloría General de la República (CGR) ha revelado serias deficiencias en el monitoreo volcánico y la gestión de riesgos en la zona del volcán Villarrica, lo que podría poner en peligro a la población ante un posible desastre natural. La auditoría fue realizada por la CGR en su oficina de La Araucanía y se centró en el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur (OVDAS), que es una unidad técnica del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN).
Entre los hallazgos más preocupantes, se identificó que 597 equipos de monitoreo permanecen sin uso en la bodega del OVDAS en Temuco, incluyendo instrumentos esenciales para detectar deformaciones en la superficie del volcán. Muchos de estos equipos fueron adquiridos hace más de 12 años, lo que plantea serias dudas sobre la gestión de recursos públicos y el riesgo de pérdida patrimonial y obsolescencia tecnológica, afectando la capacidad de respuesta ante emergencias.
Además, el informe señala que el Plan Regional de Emergencia y el Plan Específico de Emergencia por Erupción del Volcán Villarrica no han sido actualizados, a pesar de que la normativa exige revisiones cada dos años.
En cuanto a la infraestructura, se identificaron más de 15,000 edificaciones en zonas de alto riesgo volcánico que no cumplen con los planes reguladores. Estas construcciones se han desarrollado sin la debida sujeción a la normativa urbanística ni a una evaluación previa del riesgo geológico. En particular, 491 edificaciones en el sector rural de Chaillupén, en la comuna de Villarrica, se encuentran en áreas sin cobertura de antenas para la transmisión de alertas del Sistema de Alerta de Emergencias (SAE). De estas, 130 están ubicadas en zonas clasificadas como de alto peligro volcánico, lo que podría impedir que la población reciba oportunamente los mensajes de alerta en caso de una erupción.
En relación a los planes de evacuación, la CGR detectó irregularidades en el Plan Específico de Emergencia Villarrica, incluyendo un Punto de Encuentro Transitorio (PET) situado en una zona de alto riesgo de lavas y lahares. También se observó la falta de señalización adecuada en cinco de los sitios inspeccionados y la existencia de restricciones físicas, como cercos y portones, en otros cinco, lo que debilita la eficacia de los planes de emergencia.
