Puede considerarse a “Canción sin nombre” (2019) como cine de autor, más allá de los márgenes poco nítidos de este concepto. Se trata de una propuesta fílmica muy personal y lejos de un cine comercial, ni siquiera convencional o típico latinoamericano en cuanto a grandes producciones. Hay una búsqueda estilística en la dirección de Melina León, que debuta su carrera cinematográfica con esta película, con la cual obtiene un filme muy sensible y sutil en el que aborda temáticas tan fundamentales para el país andino como el indigenismo y la corrupción política de la sociedad peruana.