Entre el 8 y el 10 de julio de 2018 rescataron a 12 niños y su entrenador de fútbol que permanecieron 17 días atrapados en la cueva Tamham Luang Nang Non (Tailandia), un suceso que mantuvo al mundo en vilo.
La versión oficial del primer ministro tailandés, Prayut Chan-O-Cha, fue que los pequeños y el preparador recibieron “un ansiolítico” o “tranquilizante menor” para evitar riesgos mientras les sacaban de la caverna, pero negó otros métodos: “Si hubieran estado anestesiados, ¿cómo habrían podido salir?”, argumentó el mandatario a la prensa.
Combinación de tres drogas
Sin embargo, el autor del libro ‘The cave’ (‘La cueva’, en inglés) o ‘Miracle in the cave’ (‘Milagro en la cueva’), Liam Cochrane, corresponsal en el sudeste asiático de Australian Broadcast Corporation, asegura que los integrantes del equipo de fútbol Jabalíes Salvajes fueron completamente sedados con una combinación de tres drogas, según recoge el diario británico Daily Mail.
Así, a los damnificados les habrían administrado Xanax para aliviar su miedo, ketamina para que se durmieran y atropina para disminuir la saliva en su boca y evitar que se ahogaran mientras se encontraban anestesiados. En especial, les suministraron el segundo fármaco antes y durante el rescate para que permanecieran sedados durante las tres horas que duraba el recorrido hasta la salida.
Esos futbolistas y su entrenador quedaron atrapados el 23 de junio del año pasado cuando realizaban una excursión debido a una inundación masiva provocada por las fuertes lluvias. Los menores, de entre 11 y 16 años, fueron localizados el 2 de julio y el salvamento comenzó seis días después.
El 8 de julio fueron evacuados cuatro menores en una operación que duró 10 horas, al día siguiente otros cuatros menores salieron gracias a la segunda evacuación —que requirió ocho horas— y el 10 de julio se completó la operación, en la que lograron salir los cuatro niños restantes y su entrenador.