Guillermo Daguerresar, exfuncionario de la Municipalidad de Maipú, ha realizado serias acusaciones contra el diputado Joaquín Lavín, afirmando que este presionaba a los empleados del municipio para que se inscribieran en la UDI (Unión Demócrata Independiente). Según Daguerresar, aquellos trabajadores que se negaban a afiliarse al partido político enfrentaban amenazas de desvinculación de sus puestos de trabajo.
Denuncias de presión política
Daguerresar ha descrito a Joaquín Lavín como “la persona más déspota que había en la Municipalidad”, lo que subraya la gravedad de sus acusaciones. En su declaración, el exfuncionario detalló que la presión para afiliarse a la UDI era sistemática y que existía un ambiente de coerción que afectaba a los empleados municipales.
Consecuencias de la negativa
Los empleados que se resistían a unirse al partido político, según Daguerresar, se encontraban en una situación vulnerable, ya que enfrentaban la posibilidad de perder sus empleos. Esta situación plantea serias preocupaciones sobre la ética y la legalidad de las prácticas políticas dentro de la administración municipal.
Contexto político en Maipú
La denuncia de Daguerresar se produce en un contexto donde las relaciones entre la política y la administración pública son objeto de escrutinio. La presión para afiliarse a un partido político puede ser vista como una violación de los derechos de los trabajadores y un abuso de poder por parte de los funcionarios electos.
Reacciones a las acusaciones
Hasta el momento, no se han emitido declaraciones oficiales por parte de Joaquín Lavín en respuesta a las acusaciones de Daguerresar. La situación ha generado un debate sobre la integridad de las prácticas políticas en la región y la necesidad de proteger a los empleados públicos de presiones indebidas.
Las afirmaciones de Daguerresar resaltan la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la administración pública, así como la necesidad de salvaguardar los derechos de los trabajadores frente a la influencia política.