Rusia advierte sobre su nueva doctrina nuclear, señalando consecuencias ante posibles ataques occidentales. La tensión en Ucrania redefine su estrategia defensiva.
El Kremlin comunicó el jueves que la nueva doctrina nuclear de Rusia, anunciada por el presidente Vladímir Putin, actúa como un “aviso que advierte” ante la posibilidad de un ataque contra el territorio ruso que involucre a potencias occidentales. Esta declaración se produce en el contexto de la autorización por parte de los países de la OTAN a Ucrania para el uso de misiles de largo alcance. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó en una rueda de prensa telefónica que “es un aviso que advierte de las consecuencias en caso de que esos países participen en un ataque contra nuestro país por diversos medios, no obligatoriamente nucleares”.
Peskov enfatizó que la nueva doctrina, que reemplaza a la que estaba en vigor desde 2020, contempla una respuesta nuclear a un ataque convencional y se presenta como “un aviso para los países inamistosos”. En su argumentación sobre el cambio de doctrina, el portavoz del Kremlin mencionó “la confrontación sin precedentes provocada por la participación directa de los países occidentales, incluidas potencias nucleares, en el conflicto de Ucrania” y “los elementos de tensión que se acumulan en nuestras fronteras”.
El portavoz también destacó que, a pesar de las percepciones, los líderes “sensatos” en Occidente están tomando en serio el potencial nuclear de Rusia y su función como herramienta de disuasión estratégica. Sin embargo, Peskov evitó confirmar que la nueva doctrina implique un aumento en el arsenal estratégico de Rusia o que se esté preparando un ensayo nuclear inminente.
En el contexto de esta renovada doctrina nuclear, Putin advirtió que si Occidente permite el uso de misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso, esto significaría que la OTAN, Estados Unidos y los países de la Unión Europea “estarán en guerra en Rusia”. Durante una reunión con el Consejo de Seguridad de Rusia, el presidente ruso indicó que “se amplió la categoría de Estados y alianzas militares respecto a las cuales se aplica la disuasión nuclear, así como el listado de amenazas militares para cuya neutralización se llevarán a cabo acciones de disuasión nuclear”.
Putin subrayó que “nos reservamos el derecho de utilizar armas nucleares en caso de agresión en contra de Rusia y Bielorrusia como miembro de la Unión Estatal, incluido si el adversario utiliza armamento convencional y crea una amenaza vital para nuestra soberanía”. Además, especificó que en la nueva redacción del documento, cualquier agresión contra Rusia por parte de un Estado no nuclear, pero con la participación o apoyo de una potencia nuclear, será considerada como un ataque conjunto contra Rusia.
El presidente ruso también definió con precisión las condiciones bajo las cuales se podría hacer uso de armas nucleares por parte de Rusia, indicando que se estudiará esta posibilidad en caso de recibir información veraz sobre el despegue masivo de medios de ataque aeroespaciales que crucen la frontera rusa. Putin mencionó específicamente que esto incluye “aviones estratégicos y tácticos, misiles de crucero, drones, aparatos hipersónicos y de otro tipo”.