Recientemente, el humorista nacional Pedro Ruminot reveló en una entrevista que no solo está bajo tratamiento por un cáncer que padeció hace años, sino que también enfrenta una lucha contra la depresión endógena. Esta afección de salud mental es un tema de creciente interés, especialmente considerando que, según cifras del Ministerio de Salud en Chile, el 6,2% de la población sufre de depresión, en comparación con el 3,8% a nivel mundial, según datos de la Universidad de Chile. La depresión puede afectar significativamente el funcionamiento social, interpersonal y laboral de las personas, así como su bienestar general.
¿Qué es la depresión endógena y en qué se diferencia de la exógena?
La Organización Mundial de la Salud define la depresión endógena, también conocida como depresión clínica o depresión mayor endógena, como una condición compleja que se origina a partir de desequilibrios químicos en el cerebro. Estos desequilibrios pueden incluir niveles bajos de serotonina o dopamina, neurotransmisores que juegan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo y la motivación.
Este tipo de depresión se distingue de la depresión exógena, que se desencadena por eventos específicos en la vida de una persona y afecta directamente su estado de ánimo, sin estar necesariamente relacionada con desequilibrios químicos. Según el manual médico MSD, la depresión endógena se caracteriza por “síntomas depresivos que persisten durante más de 2 años sin remisión”.
¿Cuáles son los peligros de la depresión endógena?
La depresión endógena es particularmente peligrosa debido a su naturaleza persistente y a la gravedad de sus síntomas. Las personas que padecen esta condición pueden experimentar una profunda tristeza, baja autoestima, fatiga extrema, cambios en el apetito y, en casos severos, pensamientos suicidas.
A menudo, quienes sufren de depresión endógena no encuentran alivio en cambios externos o en situaciones positivas, lo que complica su recuperación sin la intervención adecuada de profesionales de la salud. Los expertos en salud mental subrayan que este tipo de depresión requiere un tratamiento especializado, que generalmente incluye el uso de medicamentos antidepresivos y terapia psicológica. Es crucial que las personas afectadas busquen ayuda profesional, ya que sin un tratamiento adecuado, la depresión endógena puede llevar a un deterioro significativo en la calidad de vida y aumentar el riesgo de problemas graves de salud mental.
¿Qué tipos de depresiones existen?
De acuerdo con la información proporcionada por la Universidad de Chile, existen varios tipos de depresión. Entre ellos se encuentran las depresiones bipolares, que se manifiestan como episodios depresivos alternados con manías o hipomanías. También se identifican depresiones con características mixtas, que presentan elementos de manía, como aceleración o irritabilidad.
Además, se mencionan las depresiones atípicas, que pueden incluir hipersomnio y aumento del apetito, y que son más comunes en personas con trastornos bipolares. Las depresiones reactivas son aquellas que surgen como respuesta a eventos adversos, conflictos, duelos o traumas.
Finalmente, se encuentran las depresiones endógenas, que son más prevalentes en individuos con una predisposición genética, así como las depresiones postparto, que se presentan en situaciones específicas de cambios hormonales y sociales.