El departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto sanciones a varios familiares del presidente venezolano Nicolás Maduro y su esposa, Cilia Flores, en respuesta a acusaciones de corrupción. La medida se centra en Carlos Erik Malpica Flores, sobrino de Flores, así como en asociados de Ramón Carretero Napolitano, un empresario panameño vinculado al régimen venezolano.
En un comunicado oficial, el departamento del Tesoro declaró que “esta medida ataca aún más la estructura de narcocorrupción que sustenta el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro”. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, enfatizó que “hoy, el Tesoro sancionó a individuos que apoyan al narcoestado deshonesto de Nicolás Maduro. No permitiremos que Venezuela siga inundando nuestra nación con drogas letales”. Además, Bessent afirmó que “Maduro y sus cómplices criminales amenazan la paz y la estabilidad de nuestro hemisferio. La administración Trump seguirá atacando a las redes que apoyan su dictadura ilegítima”.
Las sanciones también afectan a otros miembros de la familia de Malpica Flores, incluyendo a su madre, Eloisa Flores de Malpica, su padre, Carlos Evelio Malpica Torrealba, y su hermana, Iriamni Malpica Flores. Asimismo, su esposa, Damaris del Carmen Hurtado Pérez, y su hija adulta, Erica Patricia Malpica Hurtado, también están incluidas en la lista de sancionados.
En total, Estados Unidos ha sancionado a siete individuos, acusándolos de ser responsables o cómplices en “transacciones corruptas” dentro del Gobierno de Venezuela o en proyectos públicos, según la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) en su comunicado. Esta acción prohíbe a individuos o empresas en EE.UU. realizar transacciones con las personas sancionadas y congela cualquier activo o propiedad que puedan tener en el país.
La reciente medida se enmarca en un aumento de las acciones de Washington contra el Gobierno de Maduro, al que se refiere como “narcodictadura”. Esta semana, el presidente Trump ordenó la entrada y salida de Venezuela de todos los petroleros sancionados por EE.UU., una semana después de que se incautara un barco cargado de crudo cerca de las costas venezolanas. Además, se ha intensificado la presencia militar de EE.UU. en el Caribe, incluyendo el bombardeo de más de 30 supuestas narcolanchas que operan entre Venezuela y Colombia, lo que ha resultado en más de 100 muertes.
