Moo Dang, la perra que esperó a su dueño, encuentra un nuevo hogar en la familia real tailandesa

Una perrita fiel espera a su dueño fallecido
Una perrita fiel espera a su dueño fallecido

La historia de Moo Dang, una perra en Tailandia que pasó meses esperando a su dueño frente a una tienda de conveniencia, ha conmovido a miles de personas en todo el mundo. Según informó The Dodo, la vida de este animal dio un giro inesperado cuando su lealtad y trágica situación llegaron a oídos de un integrante de la familia real tailandesa, quien decidió adoptarla y ofrecerle un hogar en el palacio.

Un encuentro que cambió todo

El caso de Moo Dang comenzó a hacerse conocido el año pasado, cuando la fotógrafa Mari-Mo, residente en Tailandia, se cruzó con la perra mientras paseaba cerca de su casa. En ese momento, Moo Dang estaba acompañada por su dueño, un hombre mayor que vivía en la calle. “Caminaban juntos por la ciudad”, explicó Mari-Mo al medio. “Todos los días descansaban en el 7-Eleven cerca de mi casa”. Sin embargo, en una ocasión posterior, Mari-Mo notó que Moo Dang estaba sola en el mismo establecimiento. Junto a ella había un cartel que enumeraba los alimentos que no podía comer. Intrigada por la situación, tomó una foto y la compartió en su página de Facebook, lo que marcó el inicio de la viralización de la historia.

Una espera interminable

De acuerdo con lo que Mari-Mo se enteró sobre la razón detrás de la soledad de Moo Dang, habló con el propietario de la tienda. Este le informó que su dueño había enfermado gravemente y había sido trasladado al hospital. Durante ese tiempo, el personal del establecimiento cuidó de la perra. Poco después, llegó la noticia de que el hombre había fallecido. A pesar de la muerte de su único compañero, Moo Dang continuó esperando durante meses, sin saber que él nunca regresaría.

En el relato de Mari-Mo, varias personas intentaron llevarse a Moo Dang a sus hogares, pero ella siempre regresaba al lugar donde había pasado tanto tiempo con su amigo humano. “El cuida muy bien de ella”, comentó Mari-Mo. “Incluso el establecimiento la llevó al veterinario y cubrió todos los gastos”. Aunque había perdido a su único compañero, la perra atrajo la atención de la comunidad local, que se unió para brindarle apoyo. No pasó desapercibida y tocó los corazones de muchas personas.

El apoyo de la comunidad

Los vecinos y clientes comenzaron a visitarla regularmente para alimentarla y jugar con ella. Incluso los estudiantes de una escuela cercana se acercaban para pasar tiempo con la perra. “Todo el mundo quiere tratar de darle momentos de felicidad”, señaló Mari-Mo, quien destacó que esto no solo le permitió sobrellevar la pérdida, sino que también convirtió a Moo Dang en un símbolo de fidelidad y esperanza para quienes la conocieron.

Un nuevo comienzo en el palacio

El nuevo comienzo para Moo Dang tardó en llegar, pero se hizo posible gracias a las redes sociales, que consignaron cómo las ofertas de adopción comenzaron a multiplicarse. En particular, la princesa Siribha Chudabhorn, un miembro de la familia real tailandesa, se interesó en la historia y contactó para adoptar a Moo Dang, lo que marcó un punto de inflexión en su vida.

Después de su larga soledad, Moo Dang fue trasladada a un hogar donde recibirá los cuidados necesarios. La despedida emotiva de quienes cuidaron de ella durante su estancia en la tienda coincidió con el sentimiento de que esta era la mejor opción, aunque estaban tristes de verla partir. “Es una suerte increíble. Se encargará de todo”, afirmaron.