La presidenta en funciones de Extremadura, María Guardiola, del conservador Partido Popular (PP), ha logrado revalidar su cargo en las elecciones celebradas este domingo, obteniendo 29 diputados, uno más que en 2023, aunque aún lejos de la mayoría absoluta de 33 escaños. Con casi el 92% de los votos escrutados, se confirma que Guardiola no podrá gobernar sin el apoyo de otros partidos, lo que la llevará a buscar alianzas, especialmente con la formación ultraderechista Vox, que ha incrementado su representación de seis a once escaños.
El resultado electoral también refleja la caída del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que ha pasado de 28 a 18 diputados en la región, en un contexto de crisis tanto a nivel nacional como regional. El candidato socialista, Miguel Ángel Gallardo, enfrenta un juicio relacionado con la contratación del hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo que ha contribuido a la debilidad del partido en Extremadura.
Las elecciones, que fueron anticipadas por Guardiola debido a la falta de apoyos para aprobar los presupuestos regionales, se han convertido en un termómetro para medir el apoyo al PSOE y su gobierno. La participación en la jornada electoral fue del 50,60%, un descenso de 6,52 puntos respecto a las últimas elecciones autonómicas de 2023.
En esta ocasión, un total de 791 colegios electorales abrieron sus puertas entre las 9:00 y las 20:00 horas en los 388 municipios de las provincias de Badajoz y Cáceres, permitiendo que 890.985 ciudadanos ejercieran su derecho al voto.
La situación política en Extremadura es un reflejo de la inestabilidad que atraviesa el país, donde Vox ha decidido salir de los gobiernos de coalición con el PP por desacuerdos a nivel nacional, lo que llevó a Guardiola a gobernar en minoría. Este es un hecho inédito en la región, que limita al oeste con Portugal, y marca un nuevo ciclo electoral en España, donde otras regiones gobernadas por el PP, como Aragón, también adelantarán sus elecciones.
Por su parte, Pedro Sánchez ha manifestado su intención de agotar la legislatura, lo que sugiere que no habrá elecciones generales en España hasta 2027, a pesar de la inestabilidad de su gobierno y las crisis que enfrenta su partido.
