La película “Mank” fue estrenada en Netflix (es una producción de la plataforma de streaming) a fines de 2020 y es una obra muy personal del director David Fincher. No sólo porque el guión lo escribió su padre, fallecido en 2003, sino porque revela la verdadera dinámica de la Industria del Espectáculo de Hollywood de los años 30 y 40, pero con claros guiños a la actual realidad de creadores en la cinematografía.
La historia trata sobre el momento mayor logro, en lo que a talento se refiere, del guionista Herman J. Mankiewicz y, a la vez, de su decadencia, pues su alcoholismo, adicción a la apuestas y controvertida personalidad fueron, según retrata Fincher, su magia y perdición al mismo tiempo.
Luego de un accidente automovilístico, Herman (al que todos llaman Mank), recibe la visita de Orson Welles, quien le encarga la escritura del guión de la película que sería “El Ciudadano Kane” (1941). Este filme es considerado, por gran parte de la crítica especializada como el mejor filme de la historia, y su director, Welles, una figura mítica en el mundo del cine.
Pero Mank arrastra su alcoholismo y polémico carácter. Como el proyecto del librero debe ser escrito a contrarreloj, el productor de Welles le arrienda una cabaña en una tranquila finca del oeste de Estados Unidos con todas las comodidades y asistencia necesarias para la convalecencia y trabajo del escritor.
Emulando la estética de las películas hollywoodenses de las décadas de los 30 y 40 (el filme es en blanco y negro), David Fincher logra una lúcida revisión de la trastienda de la Industria del Entretenimiento, con toda la corrupción, vinculaciones poco transparentes entre Hollywood y la política estadounidense y las condiciones adversas de los creadores de la Industria, en especial los escritores, en este verdadero nido de víboras.
Asimismo, el director de “Mank” emplea una narración fílmica sobre la base de raccontos, con los cuales revisita la historia de Mank y su drama en el medio cinematográfico, agregando caracteres en la introducción de escenas que imitan las indicaciones propias de los guiones de cine. La estética que imita las películas de esta era dorada de Hollywood también se aprecia en la fotografía, el montaje (el ritmo a veces es muy similar a filmes de la época), la música incidental y los movimientos y ángulos de cámara, así como citas a “El Ciudadano Kane”, mediante tomas muy similares.
A los muchos méritos de Mank hay que sumarle, indudablemente, la soberbia actuación de Gary Oldman en el rol protagónico.
“Mank” es una película muy bien lograda, que emociona y profundiza hábilmente en temas interesantes, acerca de las ironías de Hollywood en cuanto a la libertad de los verdaderos creadores de las películas, sobre el talento y cómo muchas veces este puede ser miserablemente absorbido por el poder ignorante de productores cinematográficos y, sobre todo, de la personalidad genial de un escritor brillante, pero que por su inteligencia, excesos y falta de tolerancia a la hipocresía puede ser ensombrecido por los poderes que manipulan la industria creativa, y que se llevan, la mayoría de las veces, los laureles y reconocimientos.
Disponible en Netflix.
También te puede interesar:
- Nuevo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y Bono Covid: Consulta cómo postular y sus plazos
- Escaños reservados: Conadi ha recibido 25 mil solicitudes de acreditación indígena
- Mauricio Redolés denuncia censura por parte de una radioemisora