El brote de Covid-19 a nivel mundial ha traído consigo pérdidas humanas por contagio, bajas en el comercio debido a los cierres de centros comerciales y locales independientes por medidas de cuarentena, aumento del desempleo, preocupación en la población, entre otras consecuencias.
En este escenario, uno de los actores más afectados son las pymes, que han sufrido una nueva caída después del estallido social, tomando decisiones radicales como despidos y cese de actividades de manera temporal o definitiva, por falta de recursos.
El tema es relevante porque estas organizaciones han ido tomando fuerza a través de los años y moviendo la economía chilena. De acuerdo al Ministerio de Economía cerca del 70% del mercado nacional está constituido por las pequeñas y medianas empresas, aportando un 20% del PIB nacional. “Este panorama nos pone un desafío importante a la hora de acelerar el proceso de transformación digital y de capacidades digitales de las empresas, independiente de su tamaño”, comenta Ariel Vidal, country manager de The Valley Chile, escuela de negocios para la transformación digital.
Durante los últimos meses se ha comentado la situación que atraviesan las pymes especulando sobre sus necesidades en momentos de crisis, siendo el crecimiento y el aumento en las ventas lo principal. Según Vidal “para llegar a tal punto es fundamental replantearse el modelo actual y preguntarse si estamos sacando suficiente partido a las herramientas digitales que hoy existen”.
Para explicar cómo debería ser el proceso de transición a la transformación digital en este segmento, The Valley desarrolló cuatro ejes que las impactan directamente:
Impacto en la cultura de la empresa: Es muy relevante entender que la disrupción digital trae consigo nuevos modelos organizativos, nuevas formas de trabajar, nuevos perfiles profesionales y la integración en una estructura convencional, donde la cultura y la gestión de personas toma más relevancia que nunca.
Impacto en la relación con el cliente: Como lo hemos escuchado en varias oportunidades, cualquier estrategia de Transformación Digital debe poner al cliente en el centro, ser capaz de levantar los customer journey Map (mapa de viaje del cliente) identificando los puntos de dolor y utilizando las herramientas de Big Data para conocer mejor al cliente y avanzar a la hiper personalización, integrando herramientas de Marketing Digital y procesos de negocio volcados a la experiencia en sí.
Impacto en los modelos de negocio: Este es uno de los ejes más relevantes, hoy se habla de la ambidiestralidad, es decir, que las empresas que sean capaces de continuar con su negocio diario y en forma paralela comenzar a pensar y diseñar los modelos de negocio del mañana, que incluso puedan estar en la adyacencia del negocio actual o directamente entrar en otro, integrar los canales físicos y digitales moviéndose a modelos más disruptivos.
Impacto en el desarrollo de productos y servicios: Este eje es el más trabajado en las empresas chilenas. Se reflexiona respecto a la capacidad de desarrollar productos y servicios utilizando metodologías de innovación centradas en el usuario, utilizando un desarrollo ágil que pueda agregar velocidad a la organización -y con eso ventaja competitiva-, incorporando tecnologías disruptivas como robótica, blockchain, machine learning, entre muchas otras.
A diferencia de lo que se supone, la aplicación de tecnologías no demanda un gran costo. En la actualidad existe variedad de tipos de software sin costo, herramientas de código abierto acompañado de un desarrollo de productos y servicios ágiles, lo que permite disminuir los costos y los tiempos de ejecución de soluciones de manera significativa.
“Este período se presenta como una oportunidad para que las empresas se reinventen, incorporen herramientas de marketing digital para captar clientes, utilicen plataformas de ecommerce o apps para continuar ofreciendo sus bienes y servicios a distancia de la misma forma que han ido incorporando abruptamente el teletrabajo para seguir operando”, finaliza Vidal.