Una tarde de enero de 2017 en la comuna de Pudahuel, en la capital, el termómetro marcó 37,7 grados. Este pasó a ser el registro histórico para la RM según datos de la Dirección Meteorológica. Y la tendencia a que este registro se superado crece a paso agigantado si se considera que hoy la medición podría pasar los 38 grados en la zona central de país, especialmente en San Felipe, Los Andes y la Región del Maule.

Por ello, en estos días en que el calor no da tregua, el mejor aliado es una buena sandía.

Diversos estudios científicos han concluido que además de refrescante y sabrosa aporta importantes nutrientes al organismo.

¿En que nos beneficia?

Su alto contenido de agua favorece la hidratación del cuerpo y las células de manera inmediata. Además, tiene la capacidad de calmar la sed. Por ello, lo ideal es guardarla en porciones en el refrigerador, así se puede consumir bien fría para bajar la temperatura corporal.

De paso, le estará aportando al organismo, por ejemplo, betacaroteno, un compuesto que se convierte en vitamina A, la cual es esencial para la salud de la vista y su protección en el paso de los años. Contiene vitamina C, que reduce el riesgo de desarrollar cataratas.

Salud cardiovascular: gracias a su contenido de un compuesto llamado citrulina la sandía ayuda a combatir la acumulación de placas de ateroma en las arterias, causantes de ataques cardíacos. Éste se convierte en arginina, un aminoácido fundamental para mantener las arterias saludables ya que les aporta elasticidad. Además favorece el flujo sanguíneo y la función general del corazón. A su vez contiene potasio, un mineral que regula los líquidos en el organismo y ayuda a regular la presión arterial.

Su alto contenido de agua favorece la hidratación del cuerpo y las células de manera inmediata. Además, tiene la capacidad de calmar la sed. Por ello, lo ideal es guardarla en porciones en el refrigerador, así se puede consumir bien fría para bajar la temperatura corporal.

De paso, le estará aportando al organismo, por ejemplo, betacaroteno, un compuesto que se convierte en vitamina A, la cual es esencial para la salud de la vista y su protección en el paso de los años. Contiene vitamina C, que reduce el riesgo de desarrollar cataratas.

Es depurativa: su alto contenido de agua y fibra le aportan un efecto diurético que ayuda a eliminar las toxinas y desechos del organismo.

Sus nutrientes antioxidantes ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro, mantener sana la piel y combatir los radicales libres que dañan las células.

Aporta energía: es fuente de vitamina B6, encargada de sintetizar la dopamina, la hormona conocida por brindar sensación de bienestar y puede aumentar la energía en un 25%. Consumirla por las mañanas es recomendado para recargar energía para todo el día. Además, contiene magnesio, un mineral que combate el cansancio. La sandía es rica en L-citrulina que ayuda a que los músculos se relajen y obtengan energía de nuevo.

Paleta helada de sandía

Ingredientes

Para el jarabe

½ taza de agua

½ taza de azúcar

Para las paletas

1 sandía sin semillas ni cáscara y cortada en cubitos

El jugo de 1 limón

¼ de taza de jarabe (preparado por ti)

Preparación:

  1. Mezcla el agua con el azúcar y poner a calentar a fuego medio hasta que se disuelva bien el azúcar y se integre. Deja enfriar y tendrás un jarabe casero.
  2. Licua la sandía, el jugo de la limón y el jarabe que hiciste antes, para preparar las paletas. Licua hasta que se forme una mezcla uniforme.
  3. Cuela la mezcla y viértela en tus moldes para paletas, dejando suficiente espacio para cuando se congelen. Mete al congelador durante 2 horas.
  4. Moja los palitos de madera con un poco de agua caliente, lo cual evitará que los palitos floten en la mezcla de las paletas. Luego insértalos y deja una hora más en el congelador (o lo que consideres necesario para que estén bien congeladas).