El Gobierno argentino ha anunciado que a finales de este año se eliminará de manera definitiva el impuesto PAIS, que actualmente grava todas las importaciones en el país, incluyendo tanto productos terminados como insumos y autopartes. Este impuesto, que en septiembre se redujo del 17,5% al 7,5%, desaparecerá por completo a partir del 1 de enero de 2025. Ante este panorama, los fabricantes e importadores de automóviles se ven en la necesidad de trazar estrategias de ventas especiales, ya que se anticipa que habrá menos operaciones en diciembre debido a la expectativa de los consumidores sobre una eventual baja de precios en enero.
Impacto de la eliminación del impuesto PAIS
Los fabricantes e importadores están evaluando cómo reaccionar ante la eliminación del impuesto. Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina, comentó en una consulta con Infobae: “Los van a tener que estar atentos, nosotros también. A ver quién mueve precios, anticipa, no. Estamos muchos planteando nuestras estrategias, esto evaluando cuándo nos conviene mover precios. Quizás lo hacemos en enero, pero quizás antes”.
La reducción de diez puntos en el impuesto, que se produjo hace dos meses, no se reflejó en el precio de los autos de la misma manera, ya que el cálculo se realiza sobre el embarque sin impuestos, lo que significa que se vende un menor número de autos en el mercado. En el sector automotor, el impacto de la eliminación del impuesto PAIS se apreciará de manera diferente según el porcentaje de componentes importados en cada modelo, que puede variar entre el 30% y el 60%. Para los modelos completamente importados, se aplicará la totalidad del impuesto.
Proyecciones del mercado automotor
A partir del 1 de enero de 2025, la eliminación del impuesto PAIS implicará que el costo de importación será más bajo, y los vehículos fabricados tendrán un costo adicional que oscilará entre el 2% y el 4%, dependiendo de la cantidad de partes importadas que se fabriquen. Históricamente, diciembre suele ser un mes en el que se registran menores ventas, ya que los usuarios tienden a esperar unos días para comprar vehículos nuevos. Sin embargo, en 2023, la situación fue diferente debido a la llegada de un nuevo gobierno, la devaluación del peso y las deudas acumuladas, lo que provocó un movimiento inusual en el mercado.
Los números de ventas de vehículos 0 km han mostrado una mejora sostenida en el segundo semestre del año. Las proyecciones optimistas de febrero, que hablaban de 380.000 unidades vendidas, han sido superadas. En octubre se vendieron 41.000 unidades y se proyecta que en noviembre se alcanzarán las 42.000, lo que eleva las proyecciones acumuladas del año. Un ejecutivo de la industria explicó: “Esta progresión indica que tendríamos que terminar con 400.000 unidades, tanto particulares como comerciales livianos, si miramos a los fabricantes. El grueso muestra que si la economía mejora, la mejora también se verá reflejada en las ventas”.
Expectativas para el cierre del año
La secuencia de ventas muestra una caída del 20% en el primer trimestre, seguida de un crecimiento del 8 al 10% en el tercer trimestre. Se estima que se puede cerrar el año con un total de 410.000 unidades, lo que representa un aumento respecto al año anterior. En total, se comercializaron 449.450 unidades, separando los vehículos pesados, lo que da un número de 439.112 unidades. Para que esto sea posible, se debe mantener el ritmo actual de ventas, que suele ser estacional y se acerca a las 32.000 unidades mensuales, a menos que se produzca un efecto significativo por la eliminación del impuesto PAIS.
Un ejecutivo de la industria analizó que se espera vender 40.000 unidades de vehículos livianos, lo que representaría un logro significativo en comparación con los promedios de los últimos años. Se estima que las ventas deberían crecer un 25% menos en las condiciones actuales de acceso al crédito y la recuperación del poder de compra de los consumidores. Si esto ocurre, se podría alcanzar un promedio de 17.000 unidades en tres años, lo que implicaría un uso de 23.000 autos.
Desafíos y estrategias en el mercado
En el contexto actual, parece que nadie está dispuesto a “mostrar sus cartas” en el mercado, ya que se anticipan buenas oportunidades en medio de promociones oficiales que podrían convencer a los compradores que estaban pensando en adelantar su decisión de compra. Las fábricas están considerando varias razones para sus decisiones en enero, incluyendo los gastos de pago de aguinaldos, el desempeño de los resultados económicos y financieros de las empresas, así como la competencia en el mercado.
Finalmente, se menciona que hay una “silenciosa guerra” entre las marcas, ya que cada una busca no perder su posición en el ranking de ventas. La cuota de mercado es un aspecto vital para las marcas, ya que perder proporción en el mercado puede ser perjudicial para su posición general.