El Hospital Herminda Martín de Chillán, ubicado en la región del Ñuble, ha emitido una declaración oficial en la que se informa sobre la solicitud de una autopsia médico-legal y una auditoría médica por parte del Ministerio de Salud, tras el fallecimiento de una paciente que se sometió a una cesárea en sus instalaciones. La mujer, de 39 años, habría sufrido una afección obstétrica que, según la información preliminar, es la causa del deceso, aunque esta hipótesis aún debe ser confirmada, tal como se detalla en el diario Crónica Chillán.
Detalles del caso
Según el comunicado del hospital, la paciente ingresó el pasado viernes 6 de diciembre para una cesárea programada, derivada desde la Unidad de Medicina Materno Fetal, debido a las condiciones de riesgo asociadas a su embarazo. Durante el procedimiento, surgieron complicaciones relacionadas con la afección obstétrica. A pesar de los esfuerzos del equipo clínico, que utilizó todos los recursos terapéuticos y quirúrgicos disponibles para intentar revertir su estado crítico, la paciente falleció debido a la gravedad de su condición de salud.
La directora (s) del hospital, la doctora Ximena Espíndola, expresó: “En este momento de profundo dolor, extendemos nuestras más sinceras condolencias a su familia, a quien hemos procurado brindarle apoyo y contención”.
Solicitudes de la familia
La doctora Espíndola también mencionó que, atendiendo a la solicitud de la familia de la paciente, se ha solicitado realizar una autopsia médico-legal para determinar la causa del fallecimiento. Además, se llevará a cabo una auditoría médica para revisar el proceso de atención y obtener más antecedentes sobre el caso.
Reacciones de la familia
En un video que se ha viralizado en redes sociales, el esposo de la mujer fallecida, Jonathan Gary, ha acusado al hospital de negligencia médica. Gary afirmó: “Ella era una paciente sana, que no tenía una patología ni enfermedad, con un embarazo bien, en perfectas condiciones (…). La vine a dejar, se hospitalizó bien, nos reímos, estábamos felices por el nacimiento de nuestra hija”.
Gary relató que, tras la cesárea, le informaron que el estado de salud de su esposa se había complicado, que la iban a entubar y que le habían tenido que realizar una histerectomía. “Estaba perdiendo mucha sangre y mi esposa estaba muy grave, en riesgo vital”, añadió.
El esposo también destacó que su esposa “nunca faltó a un control, era una mujer sana, fuerte y alegre, madre de dos hijas más”. Gary concluyó su declaración diciendo: “A mi esposa le quitaron la vida. Es algo que se podría haber evitado haciéndole exámenes. Yo solamente pido justicia, justicia para Jocelin”.
Este caso ha generado una gran conmoción en la comunidad y ha puesto de relieve la importancia de la atención médica adecuada durante el embarazo y el parto.