La crisis política en Honduras se intensifica tras la interrupción del escrutinio electoral, mientras Washington observa de cerca la situación. La elección presidencial, celebrada el 30 de noviembre, ha generado tensiones significativas, especialmente tras la intervención del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha manifestado su apoyo al candidato del Partido Nacional, Nasry Tito Asfura. Trump ha señalado que la democracia en Honduras está en riesgo, advirtiendo sobre la influencia de Nicolás Maduro y sus aliados en la región. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump afirmó: “La democracia está en tela de juicio en las próximas elecciones en el hermoso país de Honduras… Quien defiende la democracia y lucha contra Maduro es Tito Asfura”.
Asfura compitió contra la candidata oficialista Rixi Moncada y Salvador Nasralla, ex vicepresidente de Xiomara Castro, en una contienda marcada por un estado de excepción impuesto por el gobierno. A pesar de los esfuerzos del gobierno para favorecer a Moncada, esta terminó en tercer lugar. La jornada electoral estuvo marcada por tensiones en el Consejo Nacional Electoral (CNE), que está compuesto por representantes de los diferentes partidos políticos. La falta de consenso unánime en el CNE ha hecho que el proceso de divulgación de resultados sea vulnerable a presiones externas.
La situación se complicó cuando el CNE decidió suspender el conteo de votos con más del 50% de los sufragios aún sin escrutar, en un contexto de estrecha diferencia entre Asfura y Nasralla. Desde Washington, la reacción fue inmediata, con Trump afirmando que “Parece que Honduras intenta alterar los resultados de sus elecciones presidenciales… Es imperativo que la Comisión termine de contar los votos”.
La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, instó a la población a mantener la calma y a esperar el proceso de verificación. “Ante este empate técnico, debemos guardar calma, tener paciencia y esperar que como CNE terminemos de contabilizar actas por contingencia 1 y 2”, declaró Hall en un mensaje en X. Según la legislación hondureña, el CNE tiene un plazo de hasta 30 días para emitir un pronunciamiento oficial, lo que podría prolongar la incertidumbre sobre el próximo presidente del país.
A pesar de la tensión en el proceso electoral, las calles de Honduras se mantienen tranquilas, sin manifestaciones significativas hasta el momento. Con una diferencia de apenas 500 votos entre los candidatos y el conteo de votos suspendido, Estados Unidos ha dejado claro que está monitoreando de cerca el desenlace de esta crucial elección.