Conoce las siete habilidades claves que han quedado al descubierto en la pandemia

Agilidad, adaptabilidad y comunicación digital son algunas de ellas, que se han evidenciado en esta modalidad de trabajo en tiempos de crisis sanitaria.

La situación sanitaria que atraviesa nuestro país y el mundo ha provocado que muchas empresas hayan tenido que implementar el trabajo remoto de manera rápida y un poco forzada. Sin embargo, a la hora de hacer una evaluación de dicha modalidad, son varias las habilidades que han quedado en evidencia.

Si bien comenzó como una obligación más que por opción para las compañías, el home office ha funcionado mejor de lo que se esperaba, siendo tomado en cuenta seriamente para ser aplicado cuando todo vuelva a la normalidad.

Para Karina Pérez, directora de Robert Half Chile, el teletrabajo ha influido de gran manera, por lo que las organizaciones deberían trabajar más para ir adoptando esta modalidad con el tiempo. Además, ha servido para que las personas puedan desarrollar diferentes habilidades que son muy importantes para las diferentes disciplinas.

Karina Perez – Directora de Robert Half Chile

“Sin lugar a dudas que ha impactado positivamente por la masificación de programas y estructuras que potencian el trabajo remoto, lo que no significa que cuando se vuelva a un escenario más normal, la gran mayoría de las empresas implementará algún tipo de política para esta modalidad. Asimismo, hemos podido apreciar como las personas han desarrollado, en poco tiempo, diferentes tipos de habilidades que son fundamentales para el desarrollo del trabajo actual y del futuro”, afirma Karina Pérez.

En este contexto, para teletrabajar ha sido necesario que las personas desarrollen diferentes tipos de habilidades, ya que las compañías necesitan de colaboradores más ágiles y adaptables, capaces de hacer frente a los rápidos cambios en el mercado.

Robert Half da a conocer siete habilidades que han quedado al descubierto en tiempos de teletrabajo:

  1. Colaboración remota. Colaborar y cooperar a distancia ha resultado imprescindible en tiempos de trabajo remoto. Para lograrlo, se ha requerido de fuertes habilidades interpersonales, habilidades en el uso de herramientas de colaboración, conocimientos de varios idiomas y saber distinguir y entender las posibles diferencias culturales.
  2. Comunicación digital. Resulta esencial ser un usuario competente en tiempos de teletrabajo. La alfabetización digital ha implicado otras tres habilidades complementarias: gestionar la información, producir contenido que aporte un valor y producir y publicar contenidos.
  3. Agilidad y adaptabilidad. La agilidad y capacidad de las personas para liderar el cambio ha sido un factor clave de éxito, donde han tenido que trabajar una gran tolerancia a la incertidumbre y a las nuevas ideas, adquiriendo conocimientos en varias disciplinas y siendo capaces de asumir el cambio continuo.
  4. Creatividad y sentido de innovación. La creatividad es la habilidad de proponer nuevas formas de interpretar las situaciones. Implica estar abiertos a nuevas ideas y experiencias (culturales, artísticas o profesionales). Una persona puede desarrollarla como usuario experto de las herramientas que fomentan esa creatividad y buscando entornos que favorezcan la creación de nuevas ideas.
  5. Espíritu emprendedor. La capacidad de una persona para convertir ideas en acciones ha requerido de una gran motivación (el entusiasmo ha sido el impulsor más poderoso para la acción), asumiendo riesgos y administrando proyectos que busquen alcanzar objetivos concretos.
  6. Organización del trabajo eficiente. La proliferación de comunicaciones improductivas, la creciente masa de información, las diversas distracciones y la cantidad de proyectos que se realizan simultáneamente, han obligado a las personas a aumentar su productividad en sus trabajos para lograr alcanzar sus objetivos.
  7. Aprender a aprender. Es recomendable que cada persona reserve un porcentaje de su tiempo laboral para mejorar sus habilidades y seguir siendo empleable, tratando de cumplir con lo que el mercado laboral exige a cada momento. Para ello, las personas han debido desarrollar una cultura de autoaprendizaje y diseñar su propia estratégia dentro del ecosistema (empresa, redes, instituciones de formación y comunidades).