Entre las muchas consecuencias de la pandemia de coronavirus está la de integrarse a un nuevo equipo de trabajo sin relacionarse con nadie, más allá de la pantalla del computador o el celular. Y aunque podríamos pensar que es más sencillo de lo normal, la verdad es que requiere de una serie de consideraciones, para que la llegada sea una experiencia positiva.
Quien ha pasado por este momento antes, sabe que muchas veces no resulta tan fácil compenetrarse con un grupo humano totalmente nuevo. No importa cuánta experiencia se tenga, los primeros días laborales causarán la misma expectación, especialmente en lo relacionado a quiénes serán los nuevos compañeros y cómo serán las tareas que se tendrán que llevar a cabo en tiempos de trabajo remoto.
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Para Karina Pérez, directora de la empresa de reclutamiento especializado Robert Half Chile, aunque se tenga una buena reputación como profesional respetado y responsable en el trabajo anterior, ahora se está empezando de cero, por lo que integrarse y formar parte de un equipo en el que encajen todas las piezas será de gran ayuda para llegar al éxito personal y colectivo.
“Si las personas están impulsadas por un buen ambiente y un reparto inteligente de las labores, estas se llevarán a cabo de la forma más completa y eficaz. Conocer y comprender los diferentes roles que habitualmente se crean en los equipos debe ser el primer paso para poder integrarse en ellos. Una vez identificadas las características de este entorno, cada uno se podrá ubicar de la mejor manera dentro de la dinámica grupal. Este análisis incrementará la confianza, el autoconocimiento y la comprensión mutua”, afirma la ejecutiva.
Es importante saber que no todo depende de uno. Los jefes también pueden ayudar a un buen inicio, presentando al nuevo integrante a los otros colegas y explicándole bien sus tareas. Sin embargo, las personas nuevas también deben actuar desde el principio para ser aceptadas, es decir la idea no es quedarse a la espera, observando, sino mostrarse activas desde el principio y preguntar, por ejemplo, qué labores se pueden asumir.
En Robert Half, entregan cinco claves para ayudarte a superar con éxito el período de adaptación:
- Cuida la imagen que proyectas. Esfuérzate por causar una buena impresión, nunca hay una segunda oportunidad para ello, y algunas personas son muy rápidas en formarse un juicio. La estrategia menos arriesgada es ajustarse a los códigos de conducta, ritos y estilos de la empresa, aunque sea virtualmente. Esto implica observar cómo se usan el correo y las plataformas de comunicación como Whatsapp y videoconferencia. Esto aplica para canales formales e informales.
- Relaciónate con tus compañeros. Te resultará más sencillo integrarte en el equipo de trabajo si participas en los actos sociales virtuales de la empresa. Compartir en instancias fuera de los horarios laborales ayudará a establecer vínculos con los compañeros, a conocerlos y que te conozcan mejor, y a estar al día de los demás temas relacionados con la compañía y el trabajo. Eso sí, hay que actuar con cautela respecto a las opiniones que se emiten, especialmente cuando no se sabe “quién es quién”.
- Sé un verdadero team-player. Ninguno de tus aportes será tan valorado como tu capacidad para trabajar en equipo, especialmente en un contexto donde la colaboración mediada por el teletrabajo cobra especial importancia. Además, rara vez serás el único responsable de tus logros, por lo que compartir el mérito o reconocimiento obtenido no solo favorecerá la cohesión con tus compañeros y la futura productividad del equipo, sino que además será lo justo.
- Actúa con prudencia. Por muy rápido que te pongas las pilas, como para cualquier recién llegado a la empresa, hay mucha información que se te escapa. Por esta razón, la mejor forma de no “meter la pata” es mantenerte optimista y positivo, y evitar valoraciones negativas sobre nada ni nadie perteneciente o ajeno a la empresa.
- Pide feedback y resuelve tus dudas. Es normal que te surjan dudas sobre el funcionamiento de la empresa, incluso sobre tu propio trabajo. Para aclararlas, es importante que sepas a quién debes plantearlas y cuándo es el mejor momento para ello. No está de más pedir a tus supervisores y compañeros que valoren tu trabajo para saber si estás respondiendo a sus expectativas, qué puedes hacer mejor y cómo conseguirlo. En entornos normales, las evaluaciones se suelen hacer cara a cara, por lo que en época de teletrabajo lo mejor sería solicitar videoconferencias, de modo de no perder del todo ese “face to face” que nos aporta información no verbal valiosa.
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