
Renovar el look con un cambio de color en el cabello es una práctica común, especialmente con la llegada de nuevas temporadas. Para muchas mujeres, elegir un nuevo tono o retocar su habitual no solo responde a una cuestión estética, sino que también tiene un trasfondo emocional. “El pelo tiene consecuencias psicológicas positivas, nos permite ser más productivas, sentirnos seguras, menos estresadas y fuertes”, señala Vogue España, resaltando el impacto en el bienestar personal. Investigaciones científicas han profundizado en la conexión entre la imagen capilar y la salud mental.
Estudio de la Universidad de Yale y Pantene
Un estudio realizado por la Universidad de Yale en colaboración con Pantene, liderado por la psicóloga Marianne LaFrance, examinó cómo influye la percepción de la felicidad en el éxito profesional. Analizando a 4,400 mujeres de distintas partes del mundo, LaFrance descubrió que un mal día puede generar inseguridad y nerviosismo, mientras que una apariencia favorecedora refuerza la confianza. Más allá de lo estético, el cabello se convierte en un reflejo de la identidad y la autoestima. “Hemos descubierto que es muy importante en términos de implicaciones sociológicas”, explica LaFrance, enfatizando que un good hair day (buen cabello, en español) puede potenciar la seguridad en la interacción social.
El cabello como forma de expresión personal
Así, el tinte y el estilo del cabello se convierten en una forma de expresión personal con efectos emocionales profundos. Este lenguaje silencioso cumple una función al comunicar rasgos de personalidad y proyectar una imagen ante los demás. Según la asesora Laura Malpeli, el contexto cultural juega un papel clave en esta interpretación. “Un factor que incide es el lugar donde estemos. En Argentina, por ejemplo, la mayoría tiene el cabello castaño oscuro o negro, mientras que otros tonos pueden parecer exóticos; lo inverso ocurre en otras partes del mundo”, explicó en una entrevista con Infobae.
Asociaciones comunes sobre diferentes tonos de cabello
Si bien el cabello define en parte a la persona, existen asociaciones comunes sobre diferentes tonos: el pelirrojo, el rubio, el castaño y el negro. La estilista María Baras, directora del Salón Cheska en España, menciona que la textura y el largo del cabello pueden cambiar a lo largo de la vida, acompañando las transformaciones personales. Desde una perspectiva psicológica, el cabello se convierte en una herramienta de expresión.
El cabello y los momentos significativos de la vida
Ana Ospina, especialista en psicología forense de la Pontificia Javeriana en Bogotá, destaca que la forma en que nos presentamos ante el mundo simboliza el comienzo y marca momentos significativos en la vida. No es casualidad que las personas recurran a un corte de cabello tras una ruptura o durante procesos de duelo. La moda, como símbolo, evoluciona con cada etapa de la vida, revelando emociones y experiencias.