
En octubre de 2024, el historiador Ze’ev Rosenkranz reveló detalles sobre el libro Los diarios de viaje de Albert Einstein: Sudamérica, 1925, en el que se exponen los comentarios poco amistosos que el célebre científico realizó sobre varios países de América del Sur, incluyendo Argentina, Brasil y Uruguay. En sus escritos, Einstein se refirió a los argentinos como “indios y españoles”, a los brasileños como “monos” y describió a los uruguayos como “felices”.
Además de este volumen, existe otro libro que compila las impresiones de Einstein sobre el Lejano Oriente, España y Palestina, también editado por Princeton. En 2018, Rosenkranz compartió con la BBC parte de este relato, indicando que los viajes de Einstein a estas regiones ocurrieron entre 1921 y 1923, justo antes de su llegada a Sudamérica. Según Rosenkranz, “en ese viaje, visitó China y es ahí donde aparecen algunos de los comentarios más fuertes y perturbadores del libro, que no tienen nada que ver con la imagen que tradicionalmente tenemos de Einstein”.
El primer medio en informar sobre estos comentarios fue The Guardian, que citó las opiniones de Einstein sobre los chinos, a quienes describió como “gente trabajadora, asquerosa y obtusa”. En relación a los niños chinos, sus palabras fueron aún más severas, afirmando que “no tienen espíritu y parecen tontos”. Einstein también hizo una observación sobre la forma en que los chinos se agachaban, comparándola con la costumbre europea de hacer sus necesidades en los bosques.
En sus escritos, Einstein expresó: “Sería una pena que estos chinos suplantasen a todas las demás razas. Para gente como nosotros, el mero pensamiento es indescriptiblemente lúgubre”. Sin embargo, no todo lo que escribió fue negativo. Durante un paseo por Shanghái en noviembre de 1922, Einstein mencionó “la dura lucha por la propia supervivencia de estos hombres apacibles, pausados y de aspecto descuidado”.
Además, describió el ambiente de la ciudad, señalando que en la calle solo veía “tiendas y talleres abiertos” con “un enorme ruido, pero sin disputas”. También observó que “ni siquiera los que hacían trabajos degradantes daban la sensación de sentir dolor”, y continuó diciendo: “Un pueblo extraño, a veces con barrigas respetables, que mantiene los nervios y parecen más autómatas que personas”.
Según DW, el informe de The Guardian fue publicado en los medios estatales chinos sin comentarios adicionales. Sin embargo, surgieron diversas opiniones entre los lectores. Algunos usuarios expresaron que, aunque Einstein fue un científico importante, sus comentarios demostraron una falta de respeto hacia otros pueblos, calificando sus afirmaciones como vergonzosas y extremas. Otro lector defendió una postura similar, afirmando que “sus argumentos son realmente racistas” y sugiriendo que no habría escrito tales cosas después de la II Guerra Mundial, lo que podría explicar su decisión de no publicar esos diarios.