En la película Wicked, que ofrece una nueva perspectiva del mundo de Oz a través de la historia de la Mala Bruja del Oeste, uno de los elementos más sorprendentes es el uso de nueve millones de tulipanes. Esta cifra no solo es impresionante, sino que es el resultado de una audaz decisión artística que involucró una colaboración única entre el diseñador de producción Nathan Crowley y el cultivador británico Mark Eves. La elección de utilizar tulipanes fue meramente decorativa, pero también refleja los profundos temas del musical, rindiendo homenaje visual a la clásica obra El Mago de Oz. El director Jon M. Chu deseaba que Munchkinland, la colorida aldea habitada por los munchkins, tuviera una presencia impactante.
Inspirados en la canción “Somewhere Over the Rainbow”, decidieron que los munchkins serían agricultores de tulipanes, con las flores representando los colores del arco iris. La idea era que estas decoraran el set y, al mismo tiempo, contribuyeran al simbolismo del iris como un elemento central de la historia. La logística para crear una atmósfera vibrante y hacerlo de manera realista fue un reto considerable. Para lograr la visión de Crowley, era crucial utilizar tulipanes reales en lugar de imágenes generadas por computadora. Aunque la idea de utilizar tantas flores naturales parecía una locura para algunos miembros del equipo de producción, Crowley estaba convencido de que era la forma de lograr el impacto deseado.
En una entrevista con Variety, recordó: “No les dije que íbamos a cultivar tulipanes. Solo necesitábamos muchos. No sabía cuántos, pero debían cubrir todo el horizonte”, explicó el diseñador. Para hacer realidad esta visión, recurrió a un cultivador en Norfolk, Inglaterra, quien se encargó de suministrar los bulbos necesarios. La experiencia de Eves en la producción a gran escala fue fundamental para asegurar que los tulipanes crecieran en el tiempo adecuado y con la calidad necesaria para la filmación. Cada bulbo de tulipán tenía un costo aproximado de cuatro centavos (0,04 USD), lo que resultó ser una opción económica en comparación con los costosos efectos especiales típicos de la industria cinematográfica.
Una vez terminada la filmación, los tulipanes no fueron desperdiciados ni descartados, sino que fueron reciclados. El proceso de cultivo consistía en plantar los bulbos, permitir que las flores crecieran y luego cortar las cabezas. Los bulbos extraídos se dejaban crecer y se reutilizaban en la siguiente temporada en un invernadero, garantizando que el ciclo continuara y tuvieran una nueva vida.
Este despliegue decorativo tiene un significado simbólico dentro de Wicked, representando la conexión entre la esperanza, la magia y los sueños, que son fundamentales tanto en la historia original de El Mago de Oz. Se convierte en un punto de referencia emocional en la película, sirviendo como una metáfora de los deseos y aspiraciones de los personajes.
El éxito comercial de la película se evidenció en el estreno de la primera parte, protagonizada por Cynthia Erivo como Elphaba y Ariana Grande como Glinda, que recaudó 114 millones de dólares en su primer fin de semana en América del Norte, convirtiéndose en el tercer mejor debut del año. La historia, basada en el exitoso musical de Broadway, cuenta con una amplia variedad de actores y actrices de renombre, incluyendo a Jeff Goldblum, Michelle Yeoh y Jonathan Bailey, y cubre eventos del acto musical, mientras que la segunda parte está programada para estrenarse en 2025. Estos impresionantes detalles demuestran cómo se llevó la creación de la película a nuevas alturas, combinando un enfoque artístico único.
