Este domingo el cantante canadiense The Weeknd se presentó en el show de medio tiempo en el Super Bowl, en un espectáculo lleno de luces, pirotecnia y en donde el artista interpretó sus temas más exitosos.
Si bien su presentación fue impecable en términos de producción y ejecución, de igual forma no dejó a todos los millones de espectadores conformes, por no contar con un factor sorpresa y por no estar en compañía de alguno de los artistas con quienes ha hecho colaboraciones.
Y es que en la previa se habló que compartiría escenario con Daft Punk, Ariana Grande e incluso la catalana Rosalía. Pero nada de eso ocurrió y parte de su público quedó esperando más.
Hay que insistir, su show no fue malo, pero después de ver a Michael Jackson “teletransportarse”, a Kate Perry montando un enorme tigre, a Lady Gaga cayendo desde la altura máxima del estadio, a Prince cantando bajo la lluvia y a Beyoncé enfrentándose a Bruno Mars; uno diría que The Weeknd quedó al debe.
Además, se dijo que el arista estaba dispuesto a pagar de su propio bolsillo los siete millones de dólares que costaba la producción de su show, lo que, sumado al alto nivel que siempre tienen sus presentación, hicieron que las expectativas subieran como la espuma.
Aun así, The Weeknd hizo historia porque por primera vez en un Super Bowl el escenario estuvo en las gradas y no en el campo.
Una vez finalizado su show, que duró cerca de 14 minutos, las redes sociales explotaron en comentario, en los que incluso fue protagonista el “Compadre Moncho”, por el vestuario que utilizó el canadiense; el mismo del video del Blinding Lights.
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