Venezuela rechaza la declaración de Chile, EEUU y Argentina sobre la crisis política. El Gobierno califica el documento de infamias y aspiraciones golpistas.
Venezuela ha manifestado su rechazo a una declaración conjunta impulsada por Chile, Estados Unidos y Argentina, a la que se han sumado alrededor de treinta delegaciones internacionales. Esta declaración hace un llamado a encontrar una solución a la crisis que atraviesa el país caribeño tras las elecciones de julio, en las que la oposición mayoritaria se autoproclama ganadora, a pesar de que el presidente Nicolás Maduro fue declarado vencedor por el organismo electoral correspondiente.
El Gobierno venezolano, bajo el liderazgo del chavismo, emitió un comunicado en el que califica esta declaración como un producto de “un puñado” de “Gobiernos satélites” de Estados Unidos, que busca “atacar al pueblo venezolano”. En este sentido, el comunicado sostiene que el documento es “un acumulado de infamias, distorsiones y aspiraciones golpistas, cuyo epílogo será, como siempre, un estrepitoso fracaso”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, junto a lo que el Ejecutivo venezolano denomina “países lacayos”, es señalado por el Gobierno de Caracas de intentar “invocar la defensa de los derechos humanos del pueblo venezolano mientras lo agreden” mediante “medidas coercitivas ilegales” y la planificación de “acciones terroristas” con el objetivo de “desconocer su voluntad democrática”.
El Gobierno de Venezuela también hizo referencia a la proclamación del Consejo Nacional Electoral y a un fallo del Tribunal Supremo de Justicia que ratificó la reelección de Maduro. Este fallo se basa en unos resultados que, casi dos meses después de las elecciones, aún no han sido desglosados públicamente.
Por su parte, la oposición mayoritaria, organizada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), sostiene que su candidato, Edmundo González Urrutia, fue el verdadero ganador de las elecciones del 28 de julio. Para respaldar su afirmación, la oposición ha publicado en una página web el “83,5 % de las actas” que, según ellos, fueron recolectadas el día de los comicios por testigos y miembros de mesa.
La declaración conjunta también establece que es “el momento para que los líderes venezolanos comiencen unas discusiones constructivas e inclusivas de cara a una transición con garantías para ambas partes y solucionar así este impasse político y restablecer pacíficamente las instituciones democráticas”. En el documento, que fue refrendado en Nueva York durante la semana de Alto Nivel de Naciones Unidas, se solicita al Gobierno chavista el “fin del uso excesivo de la fuerza, de la violencia política y del acoso contra la oposición y la sociedad civil”.
El texto expresa preocupación por la “generalizada y vigente represión”, así como por las “violaciones de derechos humanos, abusos y agresiones” que han tenido lugar tras las elecciones. Se mencionan específicamente “detenciones arbitrarias, muertes, negación de juicios con garantías, tácticas de intimidación” y “represión contra miembros de la oposición”.
Las 32 delegaciones que firmaron la declaración cuestionando al Gobierno de Maduro incluyen a Argentina, Australia, Austria, Bosnia-Herzegovina, Canadá, Costa Rica, Croacia, Chile, Dinamarca, República Dominicana, Estonia, la Unión Europea, Alemania, Guatemala, Guyana, Hungría, Irlanda, Italia, Kosovo, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Ucrania, Reino Unido y Estados Unidos.