![Un chileno regresa a México por amor tras 12 años de un encuentro inolvidable. Un chileno regresa a México por amor tras 12 años de un encuentro inolvidable.](https://www.textual.cl/wp-content/uploads/2025/02/universidad-federico-santa-maria-daniel-mariana-torreon-45-696x392.webp)
Entre el alumnado, la Universidad Federico Santa María de Valparaíso es conocida como el “Hogwarts” de las matemáticas, gracias a su apariencia que evoca un castillo de Edimburgo. Desde su ubicación, se puede contemplar cómo el mar baña la costa de la quinta región. Este mismo lugar fue el escenario de una historia de amor que tardó 12 años en concretarse.
Daniel, originario de Quilpué, era uno de los muchos estudiantes de arquitectura de 23 años en la universidad, y su rutina consistía en asistir a clases junto a su mejor amigo Renzo. Durante esos años, conoció a Mariana, una compañera que llegó de intercambio desde la Universidad Tecnológica de Monterrey en Torreón, México. Con 22 años, la joven decidió realizar un semestre de su carrera en Chile. Sin embargo, su plan inicial no era ese, como ella misma relata: “Postulé con mis amigos, pero ellos se fueron a Budapest (Hungría) y yo fui a Chile, sola”.
Mariana tuvo que adaptarse a un nuevo país y a una idiosincrasia diferente, reconociendo que los chilenos suelen ser “más reservados”. A pesar de esto, solicitó un cambio a un ramo de mayor exigencia, donde coincidió por primera vez con Daniel. “Compartimos un poco menos de un semestre”, recuerda Daniel, “donde platicamos, nos conocimos un poco y entablamos una pequeña amistad”.
La joven recuerda que Daniel y su amigo no dudaron en acogerla y orientarla cuando fueron seleccionados para un trabajo en equipo. En ese momento, Daniel estaba en una relación, por lo que la amistad fue lo único que existió entre ellos. Sin embargo, Mariana confiesa que había algo que le llamaba la atención de él: “¡¿Qué?!, pero si es un payaso”, le dijeron sus compañeros al escuchar que le parecía lindo. Las bromas constantes de Daniel en clase habían generado esa reacción, pero a Mariana poco le importaba.
El chileno solía acompañarla hasta el paradero, bajando el cerro Placeres casi todos los días, lo que cimentó aún más su amistad, hasta que Mariana regresó a México al finalizar su intercambio. Pasaron casi cinco años hasta que se volvieron a encontrar.
Con las redes sociales como herramienta, ya que se habían hecho amigos en Facebook, una noticia catastrófica inundó a Latinoamérica: un terremoto de 8.2 grados, el de mayor magnitud en casi 100 años, había azotado a Puebla, causando más de 350 muertes. La preocupación llevó a Daniel a escribirle a Mariana para saber cómo se encontraba. Afortunadamente, ella estaba a varios kilómetros del desastre y no fue afectada. Este evento les permitió reconectar después de varios años, dándose cuenta de que su amistad seguía intacta.
Desde entonces, las conversaciones se volvieron frecuentes, casi diarias. A veces recordaban momentos del intercambio de Mariana y otras veces debatían sobre temas más profundos. Así pasaron 10 años, hasta que un día, a través de Instagram, Daniel respondió a una historia de Mariana. Era una simple selfie, pero despertó algo en él. “Voy a México y me caso contigo”, le dijo. “Ya te estás tardando”, respondió ella.
Con esta promesa, Mariana decidió preparar sus maletas y regresar a Chile a comienzos de 2023, donde se reencontró con Daniel. La relación había evolucionado, y entre ellos había algo más fuerte que una simple amistad. Los viajes entre México y Chile se hicieron más frecuentes. Mariana visitó a Daniel para su cumpleaños, pasaron el año nuevo juntos y el amor creció.
En una de las visitas a México, Daniel celebró su cumpleaños con Mariana y su familia, pero tenía un plan. Antes de llegar, se comunicó con los padres de Mariana y les pidió su mano. La próxima vez que visitara México, iba a cumplir su promesa de pedirle matrimonio a su antigua amiga.
Daniel sabía que ese sería el viaje definitivo, por lo que se lo contó a su madre y hermano. Aunque su madre fue un poco reacia al principio, finalmente aprobó la idea. Ella le regaló unas “ilusiones”, que dentro de su conservadurismo mostraban que aceptaba que su hijo iba a dejarlo. Daniel convirtió esas ilusiones en un anillo de compromiso.
El día del cumpleaños de Daniel, tenía todo planificado para pedirle matrimonio. Sin embargo, la celebración íntima que había organizado la familia de Mariana se convirtió en una gran fiesta con muchos amigos y familiares. Nervioso, Daniel decidió aplazar la propuesta para el día siguiente.
Después de un almuerzo familiar, Daniel finalmente hizo lo que había esperado durante tanto tiempo. Sacó el anillo de su bolsillo, se arrodilló y le preguntó a Mariana: “¿Quieres ser mi esposa?” Mariana recuerda que “hubo un silencio de un microsegundo, pero para mí fue una eternidad”. Ante la atenta mirada de sus suegros, Mariana aceptó entre lágrimas y emociones.
Ella le dijo que en cinco meses estaría en Chile. Daniel vendió todo, arrendó su departamento en Quilpué y llegó a México en septiembre de 2024.
Daniel y Mariana se casaron en noviembre del año pasado en una ceremonia íntima con solo familiares y amigos en México, a la que la madre y el hermano de Daniel asistieron mediante videollamada. La boda estuvo marcada por un video que Mariana le regaló a Daniel, donde todos sus amigos de Chile le enviaron emotivos mensajes. Daniel, quien no suele llorar mucho, reconoció que ese gesto tocó su corazón.
La relación entre ambos muestra un equilibrio perfecto, ya que aunque Daniel tiene un temperamento más serio, combina con la extroversión de Mariana. “Ella me dio paz”, reconoció Daniel. Mariana, por su parte, reveló que una vez leyó una teoría que dice que se conoce al amor de la vida entre los 20 y 24 años: “Yo pensé que ya no lo había conocido, pero quién iba a decir que sí, solo que llegaría 12 años después”.
Actualmente, la pareja reside en Torreón, México, y tienen planes de realizar una ceremonia religiosa pronto. Aunque Daniel y Mariana aún no tienen intenciones de convertirse en padres, compartieron que una amiga tuvo un sueño particular que podría unirse a las predicciones que han marcado su relación. “Soñó que teníamos a un niño y una niña”, contó Mariana. “Si eso pasa… me voy de raja”, bromeó Daniel.
En su agenda, también está llevar a Mariana a conocer Budapest, el lugar al que ella quería irse de intercambio en un principio, pero que no pudo visitar, ya que el destino tenía otros planes que incluían encontrar el amor de la mano de un chileno.