Desaciertos que llevaron a Unión Española al descenso y su incierta situación actual.

¡Adiós a la Primera División! Unión Española cae 4-2 ante O’Higgins y regresa a la B tras 28 años de historia

La Unión Española ha descendido a la Primera B del fútbol chileno tras 28 años en la máxima categoría, un hecho que se ha visto influenciado por múltiples factores, incluyendo inestabilidad en la dirección del club y errores tanto en el campo de juego como en la gestión administrativa.

El descenso se consumó en el Estadio Santa Laura, donde el equipo hispano perdió 4-2 ante O’Higgins, un resultado que selló su regreso a la división de ascenso. Este es el segundo descenso en la historia del club, que ha sido un referente en el fútbol chileno, con siete títulos de Primera División en su palmarés.

La temporada comenzó con expectativas altas, ya que el equipo logró clasificar a la fase de grupos de la Copa Sudamericana tras eliminar a Everton. Sin embargo, la llegada de jugadores como Matías Suárez y Brayan Véjar no se tradujo en el rendimiento esperado. En el torneo internacional, Unión Española terminó con solo cinco puntos, lo que afectó su desempeño en la liga local, donde en la primera rueda solo acumuló siete de 45 puntos posibles.

Un factor adicional que contribuyó al descenso fue la situación del Estadio Santa Laura, que no pudo ser utilizado como local durante tres meses debido a reparaciones en el campo y problemas con las torres de iluminación. Esto obligó al club a suspender partidos y trasladar horarios, lo que impactó negativamente en su rendimiento como local, donde solo obtuvo 14 puntos en 14 partidos.

En el ámbito dirigencial, la situación también fue complicada. Francisco Ceresuela dejó la presidencia del club, siendo reemplazado por Santiago Perdiguero en un contexto de crisis. Además, la gerencia experimentó cambios con la salida de Cristian Rodríguez y la llegada de Sabino Aguad, lo que generó tensiones en la administración del club. El propietario, Jorge Segovia, quien reside en el extranjero, ha sido objeto de críticas por la situación del club, aunque él ha defendido su gestión y ha descartado la posibilidad de vender la institución.

En el ámbito deportivo, la dirección técnica también sufrió cambios. José Luis Sierra dejó su cargo en mayo debido a los malos resultados, siendo reemplazado por Gonzalo Villagra y posteriormente por Miguel Ramírez, quien tampoco logró revertir la situación. En total, Ramírez dirigió 15 partidos, obteniendo solo 4 victorias, 2 empates y 9 derrotas, lo que llevó a Villagra a retomar el mando del equipo.

Tras el descenso, Sabino Aguad defendió la gestión de Jorge Segovia, señalando que el club había invertido significativamente en la plantilla y que las lesiones y problemas logísticos fueron factores determinantes en la caída. Aguad expresó: “El club que se armó, independiente si funcionaron los refuerzos o las lesiones nos complicaron, en términos de costo, fue el cuarto con más alta planilla del fútbol chileno”. Además, advirtió sobre las dificultades económicas que enfrentará el club tras el descenso, mencionando que “bajar a la B significa casi 2 mil millones de pesos menos al año en televisión”.

El futuro de Unión Española se presenta incierto, con un plantel que mantiene sueldos de Primera División y la necesidad de replantear su estrategia para afrontar la nueva realidad en la Primera B.