El exrostro revela verdades ocultas y críticas contundentes sobre la gestión del canal.
TVN ha anunciado que a partir del sábado 5 de octubre, comenzará a emitir la famosa serie “El Chavo del Ocho”, creada por Roberto Gómez Bolaños. Este programa, que ha dejado una huella indeleble en la cultura popular, contará con la participación de todo el elenco que hizo de esta comedia un clásico. La serie se transmitirá a las 10:30 de la mañana, buscando atraer a una audiencia que ha crecido con las aventuras del entrañable personaje y sus amigos.
Jaime Coloma, un reconocido profesional de la televisión chilena, ha expresado su opinión sobre esta decisión de TVN a través de su cuenta en la red social X. Coloma cuestionó la elección de la programación, planteando la interrogante: “¿Quién está tras la programación de TVN?”. En su crítica, añadió que es “vergonzoso lo que hacen” al revivir una programación de los años ochenta, sugiriendo que esto refleja una falta de creatividad en la estación. Coloma también mencionó que esta decisión parece querer mantener a la audiencia en un estado de nostalgia por el pasado, refiriéndose a un “pasado dictatorial”.
La reacción en las redes sociales ha sido variada, con muchos usuarios apoyando la crítica de Coloma. Algunos comentarios reflejan la frustración de los televidentes, como el que dice: “¿Quién es el genio de TVN que trae esto? Yo metería series coreanas y créanme, les iría fantástico”. Otros internautas han señalado que la serie es “totalmente fuera de época”, argumentando que los chistes y situaciones de la serie, como los “coscorrones” o el apodo de la “bruja del 71”, son inapropiados en el contexto actual. También se ha mencionado que sería preferible que la programación incluyera contenidos que ofrezcan más sentido y educación emocional.
A pesar de las críticas, TVN ha celebrado el reestreno de “El Chavo del Ocho” en sus plataformas sociales, destacando la relevancia y el impacto que ha tenido la serie a lo largo de los años. La decisión de incluir este clásico en su parrilla programática parece estar dirigida a captar la atención de una audiencia nostálgica, aunque también ha generado un debate sobre la dirección creativa de la estación.