
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado su aceptación a una invitación del mandatario chino, Xi Jinping, para mantener una reunión en China en abril.
Durante una conversación telefónica que tuvo lugar este lunes, ambos líderes discutieron varios temas de relevancia internacional, incluyendo el posible acuerdo de paz en Ucrania y las tensiones en Taiwán, según reporta The New York Times.
Trump expresó en su plataforma Truth Social: “¡Nuestra relación con China es extremadamente sólida! Esta llamada fue una continuación de nuestra exitosa reunión en Corea del Sur hace tres semanas. Desde entonces, ambas partes hemos avanzado significativamente para mantener nuestros acuerdos actualizados y precisos.”
El presidente estadounidense también mencionó que “ahora podemos enfocarnos en el panorama general” y añadió que Xi le extendió la invitación para visitar Pekín, la cual aceptó. Además, Trump indicó que Xi será su invitado en una futura visita de Estado a Estados Unidos. “Acordamos la importancia de comunicarnos frecuentemente, algo que espero con interés”, concluyó.
Por su parte, la agencia estatal china Xinhua reportó que durante la llamada, Xi reafirmó que el retorno de Taiwán a China es una “parte importante” del orden internacional establecido tras la Segunda Guerra Mundial. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión, ya que el gobierno chino advirtió a Estados Unidos que Taiwán es su “línea roja inviolable”, tras la reciente aprobación por parte de Washington de una venta de repuestos y piezas de reparación de aeronaves militares a Taiwán por un total de 330 millones de dólares.
Las autoridades chinas consideran a Taiwán como una “parte inalienable” de su territorio y no han descartado el uso de la fuerza para lograr la “reunificación” de la isla. Cabe destacar que el tema de Taiwán no fue abordado en la reunión que Trump y Xi sostuvieron el pasado 30 de octubre en Busan, Corea del Sur, donde acordaron la reducción de aranceles estadounidenses hacia China, la suspensión de restricciones chinas a la exportación de tierras raras y un pacto sobre la compra de soja estadounidense.




















