El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado controversia tras realizar acusaciones sobre supuestos abusos a los derechos humanos en Sudáfrica, específicamente dirigidos hacia los afrikáners y comunidades de ascendencia europea. En un mensaje publicado en su cuenta de X este viernes, Trump afirmó que “están asesinando a personas blancas y permitiendo que les arrebaten sus granjas sin motivo”, acusaciones que, según él, están siendo ignoradas por “los medios de comunicación falsos”, incluyendo al New York Times, a quienes calificó de “mentirosos” y “farsantes de la izquierda radical”.
Trump describió la situación en Sudáfrica como un “genocidio” y vinculó sus afirmaciones con la reciente ausencia de Estados Unidos en la cumbre del G20 celebrada en Johannesburgo. En su publicación, el mandatario expresó: “Estados Unidos no asistió al G20 en Sudáfrica porque el gobierno sudafricano se niega a reconocer o abordar los terribles abusos contra los derechos humanos que sufren los afrikáners”.
Además, Trump mencionó que Sudáfrica “se negó a ceder la presidencia del G20 a un alto representante de la embajada estadounidense que asistió a la ceremonia de clausura”. Como consecuencia de estas afirmaciones, el presidente anunció que ha ordenado que Sudáfrica no sea invitada a la próxima edición del G20, programada para 2026 en Miami, y que se implementarán medidas de presión adicionales, afirmando que “Sudáfrica ha demostrado al mundo que no es un país digno de ser miembro de ningún país, y vamos a suspenderle todos los pagos y subsidios con efecto inmediato”.
Por su parte, el gobierno sudafricano ha rechazado las acusaciones de “genocidio blanco”, calificándolas como desinformación destinada a exacerbar tensiones raciales y políticas. Organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han señalado que, aunque existen altos niveles de criminalidad en áreas rurales, no han encontrado evidencia de una política sistemática de persecución racial.
Las relaciones entre Washington y Pretoria ya estaban marcadas por tensiones diplomáticas, especialmente debido a la postura de Sudáfrica respecto a la guerra en Ucrania y su creciente cercanía con China y Rusia en el marco del BRICS.