La percepción de la belleza en los idiomas es un tema que ha suscitado interés y debate entre lingüistas y hablantes por igual. A menudo, se asocia la belleza de un idioma con su musicalidad o su elegancia, llevando a muchos a considerar que idiomas como el italiano o el francés son los más atractivos. Sin embargo, un estudio reciente realizado por Andrey Anikin, Nikolay Aseyev y Niklas Erben Johansson ha desafiado estas nociones preconcebidas, sugiriendo que la belleza de un idioma puede ser más subjetiva de lo que se pensaba.
En 2022, los investigadores llevaron a cabo un estudio con el objetivo de determinar si ciertos idiomas son considerados más atractivos que otros. Para ello, reclutaron a participantes de tres grupos lingüísticos: hablantes de chino, inglés y de lenguas semíticas. Estos participantes fueron invitados a calificar un total de 228 idiomas en función de cuán agradables les parecían.
El método utilizado para la recopilación de datos fue innovador. Los investigadores emplearon una película en línea sobre la vida de Jesús, que había sido doblada a cientos de idiomas. Esta estrategia les permitió controlar variables como las diferencias individuales en las voces de los hablantes, enfocándose exclusivamente en el idioma en sí. En total, 820 participantes escucharon fragmentos de audio y calificaron la atracción de los diferentes idiomas presentados.
Los resultados del estudio revelaron que, sorprendentemente, casi todos los idiomas recibieron calificaciones similares en términos de atractivo. A pesar de las creencias populares que destacan la elegancia del francés o la musicalidad del italiano, el idioma que obtuvo la calificación más alta fue Tok Pisin, un criollo basado en el inglés que se habla en Papúa Nueva Guinea. Tok Pisin, que se traduce como “hablar pidgin”, se destacó como el idioma mejor calificado en el estudio. Por otro lado, el idioma que recibió la calificación más baja fue el checheno, que pertenece a la familia de lenguas del Cáucaso Norte.
Es importante señalar que, aunque Tok Pisin fue el idioma mejor calificado, las diferencias en las calificaciones fueron mínimas. Además, la variabilidad en las preferencias individuales fue tan amplia que los investigadores concluyeron que no se puede afirmar con certeza que un único idioma sea el más hermoso. Este hallazgo pone de relieve la complejidad de la percepción del lenguaje y su belleza.
El estudio también destaca cómo desafía prejuicios arraigados en la sociedad. Muchas personas tienen ideas preconcebidas sobre qué idiomas son considerados hermosos, influenciadas por la exposición cultural y las representaciones en los medios. Sin embargo, los resultados del experimento sugieren que estas percepciones pueden no estar fundamentadas en la realidad. Los investigadores encontraron que la familiaridad con un idioma influía significativamente en su calificación; de hecho, los participantes que reconocían o creían estar familiarizados con un idioma tendían a calificarlo como un 12% más atractivo.
Además, se observaron sesgos regionales en las calificaciones. Por ejemplo, los participantes de origen chino mostraron una preferencia por los idiomas que consideraban europeos o americanos, mientras que los idiomas africanos recibieron calificaciones más bajas. Curiosamente, cuando los participantes no reconocían un idioma, estos sesgos parecían desvanecerse.
En resumen, el estudio sugiere que lo que se considera un idioma “hermoso” puede estar más relacionado con asociaciones culturales y la familiaridad que con cualidades inherentes al idioma mismo. Como afirmaron los investigadores: “Hemos enfatizado la unidad fonética y estética fundamental de los idiomas del mundo”.