Axel desata emociones en el Teatro Ópera: “Volver es imposible, quiero comenzar nuevo”

Axel deslumbró en su "25 Tour" con clásicos reversionados en el Teatro Ópera.
Axel deslumbró en su "25 Tour" con clásicos reversionados en el Teatro Ópera.

Este fin de semana, el Teatro Ópera Buenos Aires se convirtió en el escenario de una emotiva celebración musical cuando Axel dio inicio a su tan esperado “25 Tour”. Con una trayectoria que abarca un cuarto de siglo, el artista se entregó por completo a sus seguidores en dos funciones que agotaron todas las localidades, reafirmando su perdurable conexión con el público. Esta serie de conciertos, producida por Fenix Entertainment, marcó el comienzo de un viaje artístico por todo el país que promete no solo nostalgia, sino también un aire fresco de innovación y reencuentro.

Inicio del concierto y conexión emocional

Minutos después de abrir con la cautivadora “El motivo”, una melodía de su último trabajo discográfico Vuelve, Axel hizo una pausa para respirar y compartir un pensamiento que parecía haberse macerado en su interior durante años. “En mi corazón habita la idea romántica de volver, pero no… Volver es imposible, uno no puede volver al mismo lugar donde estuvo porque ya es otro… lo quiero comenzar nuevo, hacer con ustedes”, confesó con una voz cargada de emoción. Estas palabras resonaron en la sala como un eco profundo, sembrando un silencio que reflejaba la introspección colectiva del público. Fue en ese instante donde se definió el tono de la noche: un renacimiento de la memoria compartida.

Repertorio y homenaje al legado

El repertorio de la noche fue un homenaje al legado de Axel, con un giro audaz. Bajo la dirección de Maxi Espíndola, las canciones que moldearon su trayectoria fueron reinventadas con un sonido contemporáneo. Temas como “Te equivocas” y “Me puedes” se vistieron con la calidez del ritmo salsa, mientras que “Si va a ser, será” y “Amada mía” se transformaron en vibrantes cuartetos. La versatilidad de Axel, junto con el inconfundible talento de su equipo de músicos de primer nivel, hizo que cada canción resonara con una energía renovada.

El equipo musical y la intimidad del espectáculo

El espectáculo fue enriquecido por la instrumentación diversa que llenó de vida la velada. Chino Asencio en guitarra, Ale Conde en bajo, Ezequiel Díaz en batería, junto a Tony Cortez en trompeta y Leo Richie en saxofón, elevaron la experiencia musical. La velada estuvo salpicada de instantes que desbordaron intimidad. En los puntos culminantes de la noche, Axel descendió del escenario durante “Voy a amar”, rompiendo la barrera que separaba a los espectadores, forjando un vínculo tangible, casi palpable. Los asistentes, inmóviles y con la piel de gallina, respondieron a su gesto cargado de admiración.

Momentos personales y despliegue visual

Y si esto no fuera suficiente para poner la piel de gallina, un bloque especial se sentó al piano para ofrecer momentos más personales de la noche. “Todo el mundo, como decirte que pudiera, estoy enamorando” flotaron susurros, reforzando la imagen de un músico que consiguió traspasar el tiempo. El despliegue visual, a cargo de Asalto, conocido por colaborar con figuras como María Becerra, complementó a la perfección la carga emocional propuesta por Axel. Las escenografías estaban adornadas con elementos naturales que representaban las estaciones del año, entrelazando la música y sumergiendo al público en un paisaje sensorial que iba más allá de la simple contemplación. Cada detalle, desde la iluminación hasta los fondos proyectados, actuó como un telón que potenciaba la historia narrada en cada canción.

Cierre del concierto y mensaje de optimismo

El cierre del concierto fue un canto a la vida, un recordatorio de los valores que Axel ha enarbolado a lo largo de su carrera: amor, gratitud y fe en lo que está por venir. Las notas de “Celebra la vida” y “Tu amor siempre” se encargaron de despedir a los fans con un mensaje de optimismo que quedó grabado en el presente. Fue un broche de oro para una noche que, más que una celebración, se sintió como un renacer. Cuando las luces se apagaron y el acorde se desvaneció, quedó envuelto en un murmullo que aún palpitaba. Porque Axel ofreció con su 25 Tour un concierto que es un tiempo y una promesa de que lo mejor, tal vez, todavía esté por escribirse.