Un avance innovador en el estudio de las capacidades olfativas de los perros podría cambiar la forma en que entendemos la interacción entre humanos y caninos. Un equipo de investigadores de la Universidad Bar-Ilan ha desarrollado una técnica remota y no invasiva para analizar la actividad cerebral de los perros mientras detectan diferentes olores. Este hallazgo, publicado en el Journal of Biophotonics, ofrece una mirada más profunda a cómo el cerebro canino procesa estímulos olfativos y sienta las bases para el desarrollo de dispositivos capaces de traducir estas percepciones en datos comprensibles para los seres humanos.