El trastorno de juego, comúnmente conocido como ludopatía, se define como una adicción comportamental que se manifiesta a través de respuestas conductuales persistentes y recurrentes relacionadas con las apuestas. Esta condición puede alterar significativamente la vida personal, familiar y profesional del individuo afectado. Aunque las consecuencias económicas de la ludopatía están bien documentadas, las diferencias psicológicas, sociales y psiquiátricas entre quienes reciben un tratamiento efectivo y quienes no lo hacen son aspectos que han sido menos explorados. El acceso a intervenciones con eficacia probada, o la falta de estas, puede modificar de diversas maneras la vida de las personas que sufren de ludopatía.