El 13 de febrero de 1995, el periódico Metro hizo su debut en las calles de Estocolmo, Suecia, marcando un hito en la industria de los medios de comunicación. Su historia, sin embargo, se remonta a varios años antes, cuando un grupo de emprendedores comenzó a explorar la idea de un diario gratuito financiado exclusivamente por publicidad. A pesar de enfrentar el rechazo de numerosos bancos, prestamistas e inversores, la visión de Robert Braunerhielm, Per Anderson y Monica Lindstedt se mantuvo firme. Robert Braunerhielm recuerda que “el problema cuando se empieza a imprimir un diario es que hay que conseguir la publicidad lo antes posible”. La estrategia inicial se centró en la distribución del periódico en el sistema de metro y trenes de cercanías de Estocolmo, donde más de 300.000 personas viajaban diariamente.