Un estudio realizado en la Escuela de Ciencias Biológicas Charlie Dunlop, en colaboración con el Centro de Investigación en Humanidades de Oxford, ha identificado un vínculo significativo entre la pérdida del olfato y la inflamación en un asombroso número de 139 enfermedades neurológicas, así como en afecciones somáticas congénitas y hereditarias. La investigación, publicada en Frontiers in Molecular Neuroscience, fue dirigida por el profesor emérito Michael Leon y las investigadoras Cynthia Woo y Emily Troscianko. Este estudio analiza una conexión poco conocida que podría cambiar la vida de muchas personas: el papel que desempeña el sentido del olfato en el mantenimiento de la salud física y mental.