En la actualidad, el trabajo frente a una pantalla se ha convertido en una práctica común, y el acto de sentarse durante largas horas parece inofensivo. Sin embargo, investigaciones recientes indican que este hábito puede tener consecuencias graves para la salud. Estudios han demostrado que pasar mucho tiempo sentado no solo incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, sino que también acelera el proceso de envejecimiento. Según Katy Bowman, biomecánica y autora del libro My Perfect Movement Plan, “sentarse en realidad te está haciendo envejecer más rápido”. Este comportamiento afecta de manera significativa la salud ósea, muscular y metabólica. Bowman afirma que lo que comúnmente se percibe como signos naturales de envejecimiento pueden estar relacionados en gran medida con el tiempo que pasamos sentados.