En los años 90, dos juicios mediáticos capturaron la atención del público, y se considera que uno de ellos eclipsó al otro. El primero de estos casos fue el de los hermanos Erik y Lyle Menendez, quienes fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en agosto de 1989. Este caso ha sido retratado en la serie Monstruos de Netflix. El segundo caso, que también acaparó la atención, fue el asesinato a puñaladas de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman, ocurrido en junio de 1994, del cual O. J. Simpson, exmarido de la modelo y principal sospechoso, fue absuelto. Aunque a primera vista estos casos parecen no tener relación, ambos están conectados a la familia Kardashian, un apellido que evoca glamour, dinero y controversias, pero no necesariamente asesinatos.