El brutalismo, un estilo arquitectónico que se caracteriza por el uso honesto del hormigón y la exposición de su estructura sin ornamentos, ha vuelto a captar la atención mundial gracias a The Brutalist, la película que ganó tres premios Oscar este año. Protagonizada por Adrien Brody, la cinta retrata la vida de un arquitecto húngaro que emigra a Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial y se dedica a construir enormes estructuras de hormigón.