SpaceX ha reanudado sus operaciones en la Estación de Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral con un nuevo lanzamiento de satélites Starlink, programado para la madrugada del martes 21 de enero. Según informa Florida Today, el cohete Falcon 9 despegará desde la plataforma LC-40, llevando consigo una nueva tanda de satélites destinados a proporcionar acceso a internet en órbita terrestre baja. La ventana de lanzamiento se extenderá por un período de 4 horas y 31 minutos, comenzando a las 12:13 a.m. y finalizando a las 4:44 a.m. (hora local).
El cohete no regresará a Florida, ya que la primera etapa del Falcon 9 aterrizará en un droneship en el océano Atlántico, lo que evitará la generación de ondas sónicas sobre el estado de Florida. Según la misma fuente, esta será la octava misión orbital lanzada por SpaceX en lo que va del año, continuando con su ritmo de lanzamientos frecuentes. Sin embargo, aún no se ha confirmado si la transmisión del lanzamiento se realizará a través de la cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter).
El programa de lanzamientos de SpaceX se ha convertido en una pieza clave de su agenda, con despegues que ocurren cada pocos días. La compañía sigue ampliando su constelación de satélites, con el objetivo de proporcionar alta velocidad de internet a todo el mundo. Los satélites más recientes han sido mejorados y se conocen como V2 Mini Optimized. Estos nuevos modelos son un 22% más ligeros que sus predecesores, lo que permite transportar más unidades en cada misión. Además, incluyen mejoras en la propulsión y en la potencia de comunicación, destacando el uso de un chip de diseño propio llamado Doppio.
El año 2025 se perfila como un periodo intenso para SpaceX, que ocurre apenas unos días después del histórico despegue del New Glenn de Blue Origin, que tuvo su primer vuelo exitoso desde el mismo complejo de lanzamiento. Este avance en la industria aeroespacial ha sido notable, ya que SpaceX ha lanzado un total de 5,800 satélites y planea expandir su constelación a 42,000 en el futuro.
La reciente explosión del Starship ha añadido competencia en la industria aeroespacial, marcando un momento significativo en el avance del sector. El 16 de enero, SpaceX realizó una prueba en Texas, donde el booster Super Heavy logró aterrizar con éxito utilizando un sistema de brazos mecánicos conocido como “chopsticks“. Sin embargo, la segunda etapa del cohete explotó en pleno vuelo debido a una aparente fuga de propulsor. Durante este incidente, testigos en varias regiones de Estados Unidos y México captaron un impresionante espectáculo de luces en el cielo, provocado por la dispersión de los restos de la nave en la atmósfera.
A pesar de este revés, SpaceX mantiene su ritmo de lanzamientos, apostando por sus principales fuentes de ingresos. Mientras tanto, la compañía intensifica su llegada al mercado comercial, preparándose para el próximo lanzamiento desde Cabo Cañaveral, mientras continúa marcando el rumbo en el sector aeroespacial.