
La cancelación de los conciertos de Shakira en el Estadio Nacional de Chile, programados para el 2 y 3 de marzo, ha generado una gran controversia en la industria del entretenimiento, poniendo en tela de juicio la seriedad y las medidas de seguridad de los eventos en el país. La productora Fénix Entertainment, responsable de la organización de los shows, emitió un comunicado en el que explicó que la decisión de suspender los conciertos se debió a un desnivel en el escenario, lo que podría poner en riesgo la seguridad tanto de la artista como del público. En el comunicado, se enfatizó que “la seguridad de todos, público, equipo técnico y la propia artista es nuestra máxima prioridad y, por ello, hemos tomado la difícil decisión de reprogramar la fecha hasta contar con condiciones óptimas que garanticen un espectáculo perfecto al 100% como se lo merecen sus fans”.
La artista colombiana, tras la confirmación de la cancelación, expresó su descontento, afirmando que “tengo el corazón partido en mil pedazos” y prometió que “pronto volverá para saldar su deuda con los fans chilenos”. Además, aseguró: “Tengo la certeza de que volveré a Chile muy pronto para presentarles el show que les he prometido a la altura de lo que merecen, aunque yo misma tenga que inspeccionar el suelo y hasta el último tornillo de la estructura que sostenga mi escenario”.
Según una fuente consultada por el diario El Ágora, el principal motivo detrás de la suspensión de los espectáculos fue el desgaste de los materiales utilizados en la construcción del escenario. La fuente detalló que el problema surgió durante la noche del sábado, cuando el equipo estaba en pleno montaje y se preparaba para instalar las pantallas. En ese momento, se escuchó un fuerte ruido metálico y se detectó que una pieza del escenario se había fatigado. “Cuando estábamos trabajando en el escenario, había gente en alturas y gente en el escenario y todos gritaron corran. Salieron todos arrancando todos en menos de 30 segundos”, relató la fuente.
Ante el riesgo de una posible caída, se tomó la decisión de cancelar el montaje del escenario esa noche para evaluar las medidas que se debían implementar en la estructura antes de continuar con el show. Sin embargo, no se llegó a un consenso sobre cómo proceder, ya que el peso del escenario era considerable. La fuente continuó explicando que “la producción de Shakira, al haber comenzado esta gira, debió haber arrendado su propio escenario como lo hacen todas las grandes empresas. Era esa la opción número uno, pero al final decidieron arrendar un escenario a una empresa aquí en Chile. Entre los dos armaron el escenario, pero como los fierros no están hechos en el mismo lado, algo pasó, y ocurrió esta mitigación de material”.
Después de la cancelación, Shakira dejó Chile y realizó un concierto improvisado en el hotel donde se hospedaba, antes de dirigirse a Argentina, donde se presentará en el Campo Argentino de Polo de Buenos Aires este viernes y sábado.