El diputado Santiago Santurio critica la situación de las universidades públicas en Argentina tras ser agredido durante un incidente en la Universidad Nacional La Plata.
El diputado nacional Santiago Santurio, perteneciente a La Libertad Avanza (LLA), denunció haber sido víctima de una agresión durante los disturbios que se produjeron en la Universidad Nacional de La Plata. Este incidente ocurrió mientras Santurio debía participar en una actividad junto al subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, y el legislador bonaerense Agustín Romo. En sus declaraciones a Radio Mitre, Santurio criticó a las universidades públicas, afirmando que “son facultades que, básicamente, no son públicas. Están tomadas por la izquierda”.
Santurio relató cómo se desarrolló el momento de la agresión, indicando que al llegar a la esquina para cruzar hacia la universidad, se encontró con un grupo de personas que parecían ser estudiantes universitarios y que lo agredieron. “Nos tiraron piedras, agua caliente y yerba”, recordó. Además, mencionó que no pudo ingresar al establecimiento porque “lo habían cerrado con candado”. Durante los forcejeos, el diputado recibió un golpe de piedra en la cara. Aunque pudo reconocer a uno de los agresores, más tarde le enviaron fotos y videos que le permitieron identificar a quien lanzó la piedra. Santurio también mencionó que ya había convocado a un escrache y que incluso se había iniciado un fuego en la vía pública, lo que cortó la calle.
El legislador indicó que algunos sindicatos y agrupaciones estudiantiles afirmaban que la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) era anti-Milei, y reconoció que las autoridades no garantizaron la seguridad, aunque sí se emitió un comunicado al respecto. A pesar de los incidentes, la charla se llevó a cabo en el patio del anexo de la Cámara de Diputados, según lo aseguró Romo. Este último afirmó que “mudamos el lugar. Ningún zurdito va a impedir que Libertad Avanza haga nada, no pueden alterar el curso de los acontecimientos. El diputado recibió un piedrazo en la cabeza y lo festejás. Acá está, llorar después. Abrazo”.
El evento, que se presentó como el Encuentro Provincial Universitarios, estaba planificado para realizarse en el aula 105 del Edificio Sergio Karakachoff de la UNLP, ubicado en pleno centro de la capital bonaerense. Previamente, desde la Federación Universitaria (FULP) y la Asociación de Trabajadores de la Universidad (ATULP) habían alertado sobre la presencia de funcionarios de LLA en un contexto de fuerte conflicto en el sector, cuyo último capítulo fue el veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento universitario.
Los libertarios se congregaron en las calles 7 y 48, mientras que las organizaciones estudiantiles esperaban en la puerta de ingreso principal del edificio 48, entre las calles 6 y 7. Durante el cruce, se escucharon cánticos, donde las universitarias cantaban “los trabajadores no gustan, jode, jode”, a lo que respondían con “saquen el pingüino del cajón, vean, los pibes cambiaron de ideas, llevan banderas de libertad…”. La comunidad universitaria pretendía impedir la entrada de los funcionarios, afirmando que “es pasar, la militancia estaba esperando. Sentimos que dimos una trompada, el gobierno nos viene castigando”, declaró Valentina Pando, vicepresidenta de la FULP. La dirigente estudiantil también cuestionó que se permitiera el ingreso de personas que tienen un nombre asociado a un compañero desaparecido, lo que consideró una falta de respeto.
Posteriormente a los episodios de violencia, se emitió un comunicado en el que se manifestaba el “enérgico repudio a los hechos de violencia ocurridos en la UNLP”, donde se atacó y agredió a los dirigentes que asistían al encuentro provincial de universitarios de LLA. En el comunicado se destacó que “este es otro claro ejemplo de cómo se intenta acallar voces y opiniones disidentes con total intolerancia”. Además, pidieron que se evidenciara la complicidad académica en estos hechos.
La situación se desarrolló en un contexto en el que se aplicó la Ley de Financiamiento Universitario, y la resolución afirmaba que la decisión presidencial estaba basada en una sanción del Congreso que “es manifiestamente violatoria del marco jurídico vigente, tanto en lo que contempla el impacto fiscal de la medida como en la determinación de la fuente de financiamiento”. Antes de los incidentes del miércoles, el Gobierno había adelantado que cedería “ante el espectáculo mediático, proyectos irresponsables, y la manipulación de causas nobles para fines partidarios. El objetivo es claro: terminar con un modelo empobrecedor de los últimos 100 años y volver a hacer de Argentina un país grande nuevamente”.