El incidente ocurrió apenas en la quinta vuelta de un total de 58, marcando un abrupto final para Max Verstappen, debido a problemas mecánicos con su vehículo de Red Bull. Los frenos del auto se sobrecalentaron al punto de explotar, obligándolo a retirarse con menos del 10% de la carrera completada, entre nubes de humo y decir adiós al Gran Premio de Australia.
Este suceso no solo fue un golpe para Verstappen, sino que también reconfiguró el podio, donde el español Carlos Sainz se alzó con la victoria, finalizando la carrera en una hora y veinte segundos. Le siguieron Charles Leclerc y Lando Norris, quienes completaron las posiciones de honor con diferencias de dos y seis segundos, respectivamente.
¿Cómo funcionan los frenos de un Fórmula 1?
El aceite, ya sea artificial o natural, se usa en los vehículos para proteger sus partes, como los frenos, y hacer que funcionen mejor. Esto es igual en un Fórmula 1. La principal función de un lubricante, como el aceite o la grasa, es ayudar a que sus componentes se muevan sin problema y evitar que se desgasten. Los aceites de Fórmula 1 tienen la misma función pero en condiciones más extremas.
En ese sentido, es vital la importancia del líquido para evitar accidentes como el de Verstappen. El piloto de 26 años, explicó la situación: “Es desafortunado lo que pasó hoy. Desde que se apagaron las luces, supe que algo no iba bien. El freno trasero derecho estaba bloqueado, era como si estuviera corriendo con el freno de mano activado. Esto provocó un aumento en la temperatura y el fuego”.
Los aceites en la Fórmula 1 se diseñan especialmente para cada vehículo y motor en conjunto, ya que si no es compatible puede ocasionar problemas de rendimiento. En ese caso, la ingeniería e innovación a cargo de la competencia ya trabaja en fórmulas para disminuir accidentes y también el desecho de residuos, a través de la reutilización –como ya se hace en minería– para así bajar sus emisiones y entregar nuevos componentes a los vehículos.