La animadora Pamela Díaz se encuentra en el centro de un conflicto en su rol como presentadora del programa de farándula de Canal 13, titulado “Hay que decirlo”. Este conflicto surge debido a su relación con ciertos personajes del espectáculo que, a pesar de que ella se esfuerza por hablar positivamente de ellos, han reaccionado de manera negativa.
El lanzamiento de “Oh! Diosas”
Este jueves 24 de octubre, Pamela Díaz presentó su nuevo programa de farándula en su canal de Youtube, denominado “Oh! Diosas”. En este nuevo espacio, la animadora está acompañada por sus colegas de Canal 13, Cecilia Gutiérrez y Felipe Vidal. La premisa del programa es ofrecer un enfoque más libre y menos restringido que el que se puede encontrar en un canal de televisión tradicional, donde existen líneas editoriales y horarios de protección al menor.
Díaz destacó que el equipo ha realizado un gran esfuerzo para proporcionar a la audiencia “farándula de verdad”. En este nuevo formato, se han eliminado las limitaciones y filtros que suelen estar presentes en otros programas, aunque se ha mencionado que el lenguaje utilizado tendrá un grado de mesura, permitiendo el uso de garabatos.
El dilema de la Fiera
Durante una conversación en el programa “Hay que decirlo”, Pamela Díaz compartió su experiencia personal respecto a la reacción de algunos personajes del espectáculo. Ella confesó que ha recibido mensajes de quejas de parte de dos personas, a quienes no nombró, que la contactan después de cada emisión del programa, a pesar de que ella se esfuerza por hablar bien de ellos.
La animadora planteó la pregunta a su compañera Cecilia Gutiérrez sobre si era normal recibir constantes mensajes de quejas, incluso cuando ella se esfuerza por defender a esos personajes. Díaz expresó su frustración al recibir insultos a pesar de su apoyo, diciendo: “Te estoy defendiendo y no puedes tirarme mala onda, si es que te estoy defendiendo ¡Desubicado!”.
Felipe Vidal se interesó por conocer el contenido de los mensajes que Díaz ha recibido, y ella compartió ejemplos de los reclamos, que incluían frases como: “¿Hasta cuándo?”; “Se supone que somos amigas, tú me conoces”; y “Me parece súper fea tu actitud”.
A pesar de que Vidal no consideró que esos mensajes fueran insultantes, Pamela Díaz se sintió ofendida, ya que su intención era defender a esos personajes y, sin embargo, recibía un trato hostil a cambio.
Este conflicto pone de manifiesto las complejidades de ser un presentador en el mundo del espectáculo, donde las relaciones personales pueden verse afectadas por la percepción pública y la crítica mediática.