Informe de la ONU revela instrucciones a militares para reprimir protestas en Venezuela.

ONU revela que militares venezolanos recibieron órdenes de matar a manifestantes durante protestas por fraude electoral en 2024

Un informe de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU ha revelado detalles alarmantes sobre la represión en Venezuela durante las manifestaciones en Maracay antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. El documento indica que funcionarios militares recibieron órdenes de matar, lo que explica la violenta respuesta de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y del Ejército en esos eventos.

El informe detalla que la actuación de los cuerpos de seguridad resultó en un saldo trágico, con múltiples muertes de manifestantes. Un miembro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas citado en el reporte afirmó que “los perpetradores no buscaban causar heridas, sino matar”. Esta afirmación se ve respaldada por el hecho de que “todas las víctimas presentaron impactos de bala en zonas vitales”.

El primer manifestante que perdió la vida fue Rancés Daniel Yzarra Bolívar, quien fue alcanzado por un disparo en el pecho cerca del periódico El Aragüeño. En el mismo contexto, el sargento de la GNB, José Torrents, resultó herido en el cuello y falleció ese mismo día. Otras víctimas incluyen a Anthony Moya, Gabriel Ramos, Andrés Ramírez, Jesús Tovar y Jesús Medina, quienes murieron tras recibir disparos frente al acceso principal de la Brigada de Paracaidistas.

Un estudio forense realizado por Physicians for Human Rights determinó que las lesiones de Jesús Tovar eran consistentes con el uso de escopetas, indicando que los perdigones se agrupan en una herida central más profunda, con heridas satélite causadas por perdigones dispersos. La Misión concluye que la GNB utilizó escopetas con munición de “perdigones grandes (‘buckshot’)” disparados a corta distancia.

Las protestas comenzaron la noche del 28 de julio y continuaron al día siguiente en rechazo a los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral. El informe también describe una cadena de mando clara dentro de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano, encabezada por Nicolás Maduro como comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). En el ámbito político y de seguridad interna, se menciona al entonces ministro del Interior y Justicia, Néstor Luis Reverol Torres, y al general en jefe Vladimir Padrino López, quien coordinaba el despliegue de las unidades militares, incluida la GNB.

La Comandancia General de la GNB estaba bajo el mando del mayor general Elio Ramón Estrada Paredes, responsable del despliegue de efectivos en el estado Bolívar y de la coordinación con el Ejército para impedir el ingreso de ayuda humanitaria. Este informe pone de relieve la grave situación de derechos humanos en Venezuela y la represión sistemática de las manifestaciones.