Nicole Kidman revela los retos emocionales de las escenas íntimas en “Babygirl”

Nicole Kidman se detiene en el rodaje de "Babygirl": "Ya no quiero más orgasmos".
Nicole Kidman se detiene en el rodaje de "Babygirl": "Ya no quiero más orgasmos".

La ganadora del Oscar, Nicole Kidman, ha compartido que durante el rodaje de su nueva película Babygirl, hubo momentos en los que necesitó pausar la filmación debido a la intensidad emocional de las escenas íntimas. Este proyecto, dirigido por la cineasta neerlandesa Halina Reijn, es un drama erótico que explora el poder, el deseo y las dinámicas de género a través de la historia de una poderosa ejecutiva que arriesga su carrera y su matrimonio al tener una aventura con un joven interno. Kidman interpreta a Romy, la CEO que entra en una relación clandestina con Samuel, un atractivo y misterioso becario interpretado por Harris Dickinson. El elenco principal también incluye a Antonio Banderas como el esposo de la protagonista.

En esta trama cargada de tensión sexual y emocional, la actriz sintió que el rol le exigía explorar territorios desconocidos en su carrera. En una conferencia durante el Festival de Cine de Venecia, donde tuvo su estreno mundial y fue galardonada como Mejor Actriz, Kidman comentó: “Siempre estoy buscando adónde no he ido como actriz. ¿Qué puedo ser como humano? Y era un área a la que nunca había llegado”.

A pesar de su experiencia filmando escenas íntimas y desnudos para el cine, admitió que se encontró en una situación compleja, tanto física como mentalmente. En una entrevista con The Sun, confesó que se sentía sobrepasada por el agotamiento que generaba la intensidad de las escenas. “Había veces que decía: ‘Ya no puedo más. No te acerques a mí. ¡Odio hacer esto! ¡No importa si vuelven a tocar mi vida!’”, relató el tabloide. Según Kidman, la acumulación de esta presión fue tan abrumadora que llegó a sentir una especie de ‘burn out’ debido a las secuencias físicas que debía realizar.

Sin embargo, la estrella destacó que había mucha confianza y gestión entre los compañeros de set. En un evento de preguntas y respuestas realizado el 18 de octubre, Dickinson también mencionó la importancia de detenerse cuando era necesario. “Si estábamos cómodos o si algo no estaba funcionando, simplemente decíamos: ‘Ok, todos váyanse un segundo’”, comentó el actor de 28 años, quien sentía la presión del tiempo.

La importancia de la visión femenina y la participación de una directora fue un factor clave que hizo que Kidman se sintiera segura y protegida al aceptar el proyecto. Destacó la diferencia que marcó trabajar con una mujer sensible en un thriller erótico: “Creo que no hubiera podido hacer esto con un hombre. La única forma en que podía lograrlo era porque nos sentábamos a hablar de cosas muy secretas y vulnerables. Sabía que Halina iba a cuidar de mí”, citó. “Ella dijo: ‘Nada de lo que muestres será algo con lo que no te sientas cómoda. Te voy a proteger’. Eso me permitió actuar libremente”, añadió en otra entrevista.

Reijn, conocida por su trabajo en Bodies en el teatro, buscó desafiar las convenciones del erotismo cinematográfico, evitando caer en un relato voyeurista y enfocándose en la confusión que rodea a las diferentes edades. “La alegría de la exploración es liberadora, incluso sanadora, a pesar de la relación prohibida”, concluyó en un artículo de Independent.