En la última semana, aproximadamente 33.000 pasajeros en Bolivia se vieron afectados por demoras o cancelaciones de vuelos, según un informe presentado por el director ejecutivo de la Autoridad de Fiscalización y Regulación de Telecomunicaciones y Transporte (ATT), Néstor Ríos. Este problema se ha visto agravado por un incidente excepcional ocurrido el 5 de diciembre, cuando un avión de carga de Transportes Aéreos Bolivianos (TAB) sufrió un accidente con las llantas traseras al aterrizar en el aeropuerto de Viru, lo que paralizó las operaciones aéreas durante más de siete horas. La situación se complicó aún más, ya que el aeropuerto no podía remolcar el avión de manera inmediata debido a la falta de pistas alternas.
Ese mismo día, Infobae reportó que más de 20 vuelos fueron cancelados. A las 01:30 de la madrugada, se recibieron reportes de pasajeros que tuvieron que pasar la noche en la terminal aérea, esperando hasta 14 horas para poder embarcarse. Ríos indicó que “del 9 de diciembre, hubo 238 vuelos demorados y 12 cancelados, lo que genera un impacto significativo, ya que esta situación ha afectado a muchos pasajeros esta semana”.
La autoridad también mencionó que se atendieron 309 reclamos y se están llevando a cabo cuatro procesos contra la empresa Boliviana de Aviación (BoA) por no brindar información oportuna cuando surgen eventualidades. BoA es la única aerolínea estatal que opera comercialmente en todas las rutas habilitadas dentro de Bolivia.
En los últimos días, se han sumado protestas por parte de agentes de viajes que reclaman la restitución de un porcentaje de su comisión, que ha disminuido del 2% al 1%. Estos agentes exigen “cielos abiertos” para permitir la incorporación de otras aerolíneas que hagan más competitivo el mercado. Según la aerolínea, el nuevo esquema de comisiones e incentivos fue previamente informado y socializado con las agencias de viajes. En un comunicado, la empresa señaló: “A partir de ahora, hemos implementado un programa para que las agencias asociadas puedan contar con mayores oportunidades de generación de beneficios”.
La Alcaldía de Tarija, una ciudad en el sur del país cuya oferta turística se centra en viñedos y la industria del vino, ha denunciado que los altos precios de los pasajes de BoA impiden el desarrollo turístico de la región. Un vuelo de una hora de La Paz a Santa Cruz puede costar hasta 1.600 bolivianos, lo que equivale a aproximadamente 230 dólares al tipo de cambio oficial. La senadora Andrea Barrientos manifestó que la disponibilidad de toda la flota de BoA se ve afectada debido a que dos de sus aviones están en mantenimiento y seis se encuentran fuera de operación por falta de pago de leasing y escasez de dólares, lo que provoca retrasos y cambios en los horarios de los vuelos.
En el ámbito internacional, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha incluido a Bolivia en una lista de países que bloquean 1.700 millones de dólares en fondos para aerolíneas. En este documento, se estima que la cifra correspondiente a Bolivia es de 42 millones de dólares. Tras conocerse este informe, el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Jorge Valle, alertó que ocho aerolíneas internacionales podrían dejar de operar debido a las condiciones de bloqueo de fondos. Por su parte, el Gobierno, a través del ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, negó que haya retención de fondos y afirmó que solicitará una reunión con los ejecutivos de IATA. Montaño declaró: “Nosotros no retenemos absolutamente ni un centavo, somos bancos, nada”.