El exboxeador Mike Tyson ha logrado reconstruir su fortuna tras enfrentar años de dificultades económicas. Su reciente pelea contra el influencer Jake Paul, celebrada el pasado viernes 15 de noviembre, sumó 40 millones de dólares a su patrimonio, según informa The Street. Con esta nueva adición, se estima que su riqueza asciende actualmente a 50 millones de dólares, lo que representa un renacimiento financiero significativo para quien en 2003 declaró bancarrota. El combate, transmitido en vivo por Netflix, marcó un retorno momentáneo al ring para Tyson, quien a sus 58 años continúa siendo una figura de gran atracción mediática. Este enfrentamiento terminó con una victoria por decisión unánime y generó amplia atención, tanto por las controversias del pesaje previo como por la curiosidad en torno a este choque generacional.
Durante más de tres décadas, Mike Tyson ha dominado el mundo del boxeo, siendo uno de los pocos que ha dejado una huella en la historia del deporte. A los 20 años, se convirtió en el campeón de peso pesado más joven, acumulando victorias rápidas y contundentes que llenaron arenas y rompieron récords de pago por evento. Sin embargo, su ascenso a la cima fue seguido por una caída dramática, ya que en 2003 declaró bancarrota, enfrentando deudas que se acumulaban a lo largo de su larga carrera, en la que logró cerca de 423 millones de dólares en ganancias totales.
Desde la década de 1980, sus peleas eran eventos masivos, destacando su enfrentamiento con Michael Spinks en 1988, que generó ingresos financieros significativos. Sin embargo, su estilo de vida extravagante, junto con juicios costosos y decisiones financieras cuestionables, erosionaron rápidamente su fortuna. Tras colgar los guantes en 2005, Tyson encontró nuevas maneras de reinventarse fuera del ring, utilizando su nombre como marca con un alcance global.
Una de sus incursiones más notables ha sido en la industria del cannabis, donde ha logrado posicionarse como un empresario destacado con su compañía, Tyson 2.0, que ofrece productos de alta calidad en un mercado competitivo. Además, ha capitalizado su personalidad icónica mediante apariciones en el entretenimiento. En Hollywood, participó en películas como The Hangover (2009), donde su cameo se convirtió en uno de los momentos memorables de la franquicia. En televisión, protagonizó la serie animada Mysteries (2014–2020), alcanzando 69 episodios y consolidando su capacidad para conectar con audiencias más allá de los fanáticos del boxeo.
Mike Tyson también ha utilizado su fama para causas benéficas a través de su fundación, demostrando su interés en devolver algo a la sociedad. El éxito de estos proyectos no solo ha permitido reconstruir su fortuna, sino que también lo ha posicionado como un modelo de resiliencia, pasando de ser una leyenda del deporte a influir en sectores emergentes y tradicionales.
Nacido en Brooklyn, Nueva York, en 1966, Tyson creció en un entorno marcado por la violencia y la precariedad. Su infancia estuvo llena de conflictos con la ley, pero su camino cambió cuando fue enviado a un reformatorio, donde aprendió a boxear. Bajo el cuidado y entrenamiento de Cus D’Amato, perfeccionó su técnica, desarrollando un estilo agresivo que lo convertiría en una fuerza imparable en el ring. Se coronó como el campeón más joven de la historia, una hazaña única en el deporte.
Durante los años 80 y principios de los 90, acumuló títulos memorables, incluyendo una victoria que resolvió en tan solo 91 segundos. Sin embargo, su vida personal fue igual de tumultuosa. En 1992, fue condenado por violación y pasó tiempo en prisión. Aunque regresó al boxeo tras su liberación, su carrera nunca volvió a alcanzar los niveles de gloria de su juventud. Este año, a los 31 años de su menor, tuvo un regreso temporal al ring. Aunque las expectativas de ingresos fueron altas, no estuvo exento de controversias. En un acto que muchos consideraron racista, imitó a un gorila frente a las cámaras, lo que generó un golpe inesperado que avivó aún más su notoriedad mediática. El combate concluyó sin knockouts, reavivando debates sobre la relevancia de los combates entre figuras legendarias y estrellas mediáticas, y representó otra oportunidad para demostrar que su impacto económico y cultural sigue siendo significativo.