La reunión de la mesa política del PRO se centra en la estrategia a seguir respecto al veto a los fondos universitarios y su impacto en la relación con Javier Milei.
La relación política entre Mauricio Macri y Javier Milei se encuentra en un momento crucial. El Gobierno está en la necesidad de obtener el apoyo del PRO en el Congreso para poder blindar el veto a la Ley de financiamiento de las universidades nacionales. Actualmente, los libertarios cuentan con solo 38 legisladores propios, lo que significa que requieren al menos 50 bancas adicionales, además de bloques aliados, para alcanzar el tercio necesario que impida la insistencia del Poder Legislativo en reinstaurar la normativa.
Desde el macrismo son conscientes de que poseen un poder significativo, o como se suele decir en Ciencia Política, un “chantaje”: tienen suficientes miembros en el parlamento para desempeñar un papel determinante en el oficialismo. Por lo tanto, el respaldo o la falta de apoyo de los diputados amarillos definirá el futuro de esta relación política. En este contexto, se ha programado una reunión de la mesa ejecutiva del PRO para hoy, un encuentro que se realiza de manera habitual bajo la presidencia de Macri, pero que en esta ocasión adquiere una relevancia especial. Este cónclave será decisivo para determinar la postura respecto a los fondos destinados a las universidades.
En la Cámara de Diputados, las miradas divergentes han quedado expuestas durante el fin de semana. El ex presidente busca organizar a su grupo de cara a la sesión del miércoles en el Congreso. Según información obtenida por Infobae, Macri ha convocado a una reunión por Zoom con varios gobernadores, entre ellos Rogelio Frigerio de Entre Ríos, Jorge de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y Nacho Torres de Chubut, así como intendentes como Soledad Martínez de Vicente López y Guillermo Montenegro de Mar del Plata. También están incluidos en la convocatoria figuras nacionales como Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal y Diego Santilli, además de Facundo Pérez Carletti, secretario general del partido, y Fernando De Andreis, un dirigente clave en la estrategia del macrismo.
El objetivo de esta reunión es unificar criterios sobre el tema en cuestión. Se están considerando dos escenarios: por un lado, permitir que cada legislador vote según su criterio, y por otro, buscar un consenso que surja del próximo bloque. Otra idea que se discute es que los legisladores acompañen a Milei, pero que se ausenten para no exponer un rechazo directo.
La discusión sobre estos escenarios será el eje central de la reunión que se llevará a cabo esta mañana en las oficinas del Presidente. Ayer, Milei sorprendió con un extenso posteo en X, donde afirmó que “la defensa de la universidad pública, el acceso libre y gratuito, y democrático, requiere poner en uso político los recursos universitarios”. Además, agregó que “la UBA enfrenta una crisis de transparencia” y que desde 2015 no ha presentado ni una sola factura. Aunque esta publicación dejó entrever una especie de guiño hacia el Gobierno, también dejó clara su postura, lo que fue considerado intempestivo por algunos dirigentes de primera línea cercanos a Macri, quienes se enteraron de este tuit al verlo en las redes sociales.
“Mauricio está muy molesto con el entorno de Milei”, comentó un referente del PRO, mientras que otro analista del partido amarillo señaló que la postura de Milei deja clara la importancia de la educación pública, pero también sacude a la UBA. El jueves pasado, Macri había convocado a senadores para analizar la situación parlamentaria y el panorama en sus provincias, así como para comentar sobre la marcha universitaria. Tras este cónclave, que tuvo lugar en su casa de Acassuso, se generó incertidumbre sobre un posible decreto contra los universitarios, lo que provocó malestar y fue motivo de conversación en el Gabinete.
Incluso, el mismo día, Santiago Caputo se mostró sorprendido por las versiones encontradas que surgieron tras el encuentro. El fundador del PRO considera que se han pedido consejos sobre el vínculo con los libertarios. Por su parte, el enigmático De Andreis encendió alarmas en el Gobierno al publicar: “Como el escorpión que mata a la rana ayudando a cruzar el río, pueden resistirse a su naturaleza”. Esta alegoría parece indicar que, al “ayudar a cruzar el río”, Milei se encuentra en un entorno donde el sector oficialista rechaza su influencia.
Una particularidad que surge de las palabras de De Andreis es que parece asumir el papel de la rana en esta fábula griega, lo que plantea un dilema: tiene las herramientas para ayudar, pero debe decidir cómo hacerlo. Se sabe que Milei quiere que le salga barato, y quienes frecuentan el entorno de Macri atribuyen que han cautivado al electorado del PRO, lo que desestima a los cuadros del partido. “¿Para qué queremos si ya tenemos votantes?”, desafía un armador libertario del riñón de Libertad Avanza.
En este clima, Macri se enfrenta al desafío de mantener la cohesión de su grupo, a pesar de que el camino es sinuoso y termina consolidándose. Esta situación incomoda a los amarillos, quienes encuentran un mapa de poder adecuado en la Rosada. “Si somos, deberíamos estar sentados en la toma de decisiones”, recriminó un diputado nacional que apoya al jefe de Estado. “No hay margen para diferenciarnos, estamos bastante jugados”, opina Álvaro González, cercano a Horacio Rodríguez Larreta, quien ha manifestado anteriormente su apoyo a mantener el cambio. Ambas posturas reflejan la división interna, mientras que Patricia Bullrich ejercerá resistencia, mostrando lealtad en una confrontación que juega un papel importante en el caudal político. Se espera que sea un aliado, pero exigirá condiciones y estará dispuesto a ceder, lo que es parte de la naturaleza de la política.
