La contienda interna de la UCR bonaerense se intensifica con la competencia entre Martín Lousteau y Maximiliano Abad, marcando un momento crucial para el futuro del partido.
El próximo domingo se llevará a cabo una elección interna en la Unión Cívica Radical (UCR) de la provincia de Buenos Aires, donde Martín Lousteau y Facundo Manes se enfrentarán por la conducción del Comité provincial. Pablo Domenichini ha sido designado como candidato por el espacio Evolución, y competirá contra el oficialismo representado por Maximiliano Abad, quien no puede postularse para la reelección y ha propuesto al ex intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, como su sucesor.
Según información obtenida por Infobae, se ha generado un ambiente de “punteo” de votos en cada sección electoral de la provincia, y todos los sectores han coincidido en que la contienda será “reñida”. Domenichini, quien es rector de la Universidad Nacional Guillermo Brown, ha señalado que la propuesta de su espacio es que el partido recupere una identidad y una voz propia. El dirigente de Esteban Echeverría ha destacado la necesidad de enfrentar una candidatura que se encuentra estancada.
Inicialmente, tanto Lousteau como Manes buscaban una competencia directa, pero tras varios días de negociaciones, estas se vieron frustradas. Domenichini aceptó el desafío de competir a pesar del escaso tiempo disponible para la campaña. Hasta hace poco, la situación parecía favorable para Fernández, sin embargo, el espacio Evolución ha comenzado a observar números positivos, especialmente en el conurbano bonaerense, lo que les genera optimismo de cara a la elección del domingo.
Desde el entorno de Domenichini se ha criticado la campaña de sus oponentes, señalando que ha sido “muy violenta”. Se han realizado fuertes acusaciones, en particular hacia Diego Garciarena, presidente del bloque en la Legislatura, a quien se le ha acusado de ser “un delegado porteño”. Esta situación ha llevado a que se analice la competitividad de la contienda.
Los organizadores de la campaña han expresado su descontento con la intención de control desde la Capital Federal, afirmando que no permitirán que esto ocurra. En una visita realizada el viernes por la tarde, Ariel Bordaisco, quien responde a Abad, aseguró que el conflicto no es personal, sino político, y que Lousteau representa una visión política que se percibe como una óptica porteña que busca imponer su lógica en la provincia.
Se ha destacado que Miguel Fernández es un hombre del interior, con una trayectoria productiva, y que ha sabido generar su propia sucesión con generosidad. No se ocultan las diferencias, y se ha afirmado que los radicales bonaerenses deben definir qué rumbo quieren tomar. La contienda se presenta como altamente competitiva, y se perciben números que indican una fuerte presencia en la provincia.
Pocos se atreven a hablar de la penetración de discursos en el sector, y se ha enviado un mensaje claro a los afiliados: se trata de una cuestión que va más allá de lo partidario. Esta elección interna se considera una antesala de lo que puede suceder en las próximas elecciones legislativas, donde se busca salir del laberinto de los supuestos vínculos con el kirchnerismo o con La Libertad Avanza.
Marcos Ferrer, de Río Tercero y aliado de Evolución, asumió el lunes en Córdoba. Su coronación se logró tras meses de denuncias y enfrentamientos, hasta alcanzar una unidad. Durante su discurso, Ferrer hizo un llamado a “abuenar radicales” y a “tratar de entender que el adversario está afuera, no en los matices internos de los pensamientos”.
Los dirigentes con más trayectoria suelen recalcar que el progre-alfonsinismo ha sido una resistencia al conservadurismo en el país. Aseguran que el legado de Raúl Alfonsín se ha visto amenazado por el resurgimiento de ideas como las de Javier Milei, y que el llamado a la unidad suena a utopía. A pesar de estar alineados a nivel nacional, Rodrigo Loredo y otros acusan a ambos de querer llevar a la UCR cordobesa hacia La Libertad Avanza en 2025.