
Martha Argerich y Daniel Barenboim han sido calificados como un “regalo de otoño” por la prensa berlinesa, gracias a un concierto memorable en la Orquesta Filarmónica de Berlín que ha reunido a estos dos íconos de la música clásica. Este evento recuerda el vínculo entrañable que comparten los artistas, quienes, tras 80 años, volvieron a encontrarse sobre el escenario a pesar de los desafíos de salud que ha enfrentado Barenboim. Durante la velada, demostró su compromiso con la música, dirigiendo desde una silla que limitaba sus movimientos con la batuta. A pesar de esto, la conexión con la orquesta fue evidente desde el principio. “La se conocen hace mucho, eso le hizo bien a la interpretación de la Cuarta Sinfonía de Brahms”, afirmó el crítico Andreas Göbel. Esta simbiosis entre el director y el conjunto orquestal fue un elemento destacado en los medios locales.
Un concierto lleno de elogios
La interpretación del Segundo Concierto para Piano de Beethoven fue uno de los momentos más elogiados de la noche. Argerich sobresalió como solista, logrando una comunicación casi telepática bajo la dirección de Barenboim. “Aunque no haya contacto visual entre ellos, eso no importa. Se entienden y forman un equipo compenetrado”, señalaron los críticos. La crítica exaltó cómo Argerich parecía reinventar la obra, interpretándola con una frescura y originalidad que recordaba las impresiones de la audiencia contemporánea.
Interés y asistencia
El interés por el evento fue tal que la sala se completó en su totalidad, apuntando los medios que podrían haber vendido entradas para tres noches programadas. Según comentó Göbel, los asistentes “pudieron apreciar en plena forma, incluso llegó a superar a los que ya conocían”. No solo destacó la actuación de Argerich, sino también el simbolismo que envuelve la historia de la Filarmónica. La relación entre Argerich y la orquesta es antigua; su primera invitación a actuar fue en 1954, cuando ella era todavía menor de edad, como parte del legendario Wilhelm Furtwängler. Sin embargo, sus padres declinaron la oportunidad debido a las circunstancias históricas del Holocausto.
Un legado musical
Fue en 1964 cuando finalmente debutó con la Filarmónica, y desde entonces ha mantenido una relación duradera y fructífera con la orquesta. “Aunque no sea titular, la relación es estrecha, reflejada en la actual posición de honor desde 2019”, según se detalla en los informes. Desde 1968, su presencia ha sido intermitente pero significativa, especialmente durante la dirección de Claudio Abbado, indican los informes de Radio 3. Su frecuente participación en eventos de Nochevieja desde 1992 subraya la influencia y el legado que ha dejado en la escena musical berlinesa.
Un regreso esperado
Después de pausas en sus colaboraciones, Argerich realizó un verdadero regreso en 2023 junto a la compañía de Barenboim, consolidando su estatus como una de las pianistas más influyentes y emblemáticas del mundo. “Argerich es una pianista que puede permitir todo de la manera en que lo hace”, enfatizó la prensa, destacando su capacidad para cautivar al público sin importar la pieza que toque. La maestría de Argerich fue celebrada, ofreciendo un vistazo a través de las décadas de excelencia musical.
La cobertura mediática de esta noche especial subraya la relevancia perdurable del arte y su impacto emocional en el reencuentro en la capital alemana.