La líder opositora de Venezuela, María Corina Machado, expresó su agradecimiento al presidente de Chile, Gabriel Boric, por su “firme posición” en defensa de la democracia en el país caribeño, tras la reciente toma de posesión de Nicolás Maduro.
Machado manifestó su gratitud a través de la red social X, donde escribió: “Nuestro total agradecimiento al presidente Gabriel Boric y al gobierno de Chile por esta nítida y firme posición en defensa de la soberanía popular, la verdad y la democracia en Venezuela”. Además, enfatizó que “es el momento de que todos los gobiernos democráticos del mundo actúen unidos y con más determinación que nunca”.
La líder opositora también afirmó que “el régimen nunca ha estado tan aislado y entrampado como hoy. ¡Esto no tiene vuelta atrás!”.
El presidente Boric, por su parte, había declarado el pasado jueves que “el Gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura”, en el contexto de la detención de Machado durante una masiva concentración en Caracas, un día antes de la toma de posesión presidencial. En un acto en Concepción, Boric afirmó: “Soy una persona de izquierda y desde la izquierda política les digo: el gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura y tenemos que hacer todos los esfuerzos internacionales para que se restablezca la ley y la democracia”.
El mandatario chileno subrayó que “en Venezuela hoy día no hay libertad” y reiteró que, como Gobierno chileno, han retirado su representación diplomática en Venezuela. Esta decisión se refiere al retiro definitivo de su entonces representante diplomático en Venezuela, Jaime Gazmuri, y a la decisión de no enviar representantes a la investidura de Maduro.
La Moneda también criticó la investidura de Maduro, calificándola de “desprovista de toda legitimidad democrática” y condenó “el aumento de la represión y persecución política” en el país. A través de un comunicado de Cancillería, el Ejecutivo chileno insistió en que “el pueblo venezolano tenga el derecho a decidir su propio destino” y calificó el proceso electoral del 28 de julio de 2024, que otorgó el triunfo a Maduro, de “fraudulento” y sin “los más mínimos estándares de transparencia e integridad”.
El Gobierno de Boric ha exigido en varias ocasiones el “pleno respeto” a los derechos humanos y el “restablecimiento” del orden democrático y de las libertades fundamentales en Venezuela.
